Los automóviles ya no podrán circular más por el Central Park de Nueva York a partir de la tarde de este martes: la ciudad busca priorizar «la seguridad y la salud» de peatones, ciclistas, corredores o patinadores.
Aunque la circulación ya estaba prohibida en el norte del emblemático parque de Manhattan, visitado cada año por 42 millones de personas y que el año próximo festejará sus 160 años, los coches aún podían circular por tres calles pavimentadas del sur.
«Durante más de un siglo, convertimos partes del parque más icónico del mundo en una autopista. Y desde esta noche, lo retomamos para siempre», afirmó el alcalde Bill de Blasio en un comunicado.
De Blasio participará en un recorrido en bicicleta por el parque tras el último coche que atraviese Central Park a las 19h00 (23h00 GMT).
«Estamos dando prioridad a la seguridad y la salud de millones de personas que acuden en masa al Central Park. Un saludo especial esta noche a los militantes, peatones, ciclistas y amantes del parque que lucharon durante décadas para lograr este cambio que no tiene precio», dijo el alcalde.
Sin embargo, la decisión adoptada por la alcaldía antes del Día de la Tierra, el 22 de abril, no concierne a las cuatro calles que cortan el parque a lo ancho, resguardadas por muros y cercas y varios metros por debajo de donde circulan los peatones.
La medida comenzará a regir el 27 de junio, al día siguiente del fin de las clases escolares en las escuelas públicas de Nueva York, y en el primer día de apertura de las piscinas públicas de la ciudad.
De Blasio ya prohibió en enero la circulación de automóviles en el Prospect Park, un gran parque emblemático del noroeste de Brooklyn, diseñado por Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux igual que el Central Park.