A solo días de que Jim Mattis abandonara su cargo como secretario de Defensa estadounidense en rechazo por la retirada de tropas estadounidenses de Siria, el jefe de gabinete del Pentágono, Kevin Sweeney, también presentó su renuncia, sin explicar los motivos.
«Después de dos años en el Pentágono, decidí que es hora de regresar al sector privado. Ha sido un honor servir junto con los hombres y las mujeres del Departamento de Defensa», fue todo el comunicado que publicó anoche el funcionario en la página web de la cartera.
Sweeney se retiró como contraalmirante en 2014 y, tres años después, decidió volver a la función pública como jefe de gabinete del Pentágono bajo Mattis.
A diferencia de Sweeney, Mattis fue contundente al justificar su renuncia.
«Porque usted tiene el derecho a tener un secretario de Defensa con ideas que estén más alineadas con las suyas en estos y otros temas, creo que lo correcto para mí es abandonar mi cargo», le escribió Mattis al presidente Donald Trump un día después de que éste anunciara su decisión de retirar a toda la presencia militar estadounidense en Siria.
En un primer momento la decisión de Mattis no provocó más repercusiones en la Casa Blanca, pero el miércoles pasado, al iniciar el año, Trump no solo adelantó la fecha formal de la salida de Mattis, sino que afirmó a la prensa que «esencialmente» lo había «despedido» y criticó su gestión al frente del Pentágono.