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Noticias que desorientan: el diario La Capital que no es La Capital


La comunicación política y las nuevas formas de informar han sido eje de discusión en los partidos políticos tradicionales desde que Cambiemos llegó al poder. Ciudad Futura, el espacio que lleva a Juan Monteverde como candidato a intendente, es uno de los partidos de la ciudad que mejor se ha adaptado a las nuevas formas y se destaca, principalmente, por la innovación en sus campañas publicitarias.

Este año, para las dos campañas electorales han decidido utilizar las identidades de marcas ya instaladas en el conjunto de la sociedad para llevar sus propuestas. Para las Paso del pasado 28 de abril, realizaron un “sachetazo” en el que vendían leche con el nombre “Futurísima”, cuestión que le costó la intimación de La Serenísima por el uso indebido de la marca.

Pero no fue motivo suficiente para que decidieran otra estrategia. En este último tramo de la campaña electoral, de cara a las generales, optaron por mostrar sus propuestas a través del diario La Capital. Pero, con una particularidad. Si bien el diario lleva el sello, el nombre, las redes y el formato del “decano de la prensa» de la ciudad, no es una edición original del diario.

El diario que circula gratuitamente en las calles de la ciudad repartido por militantes tiene fecha del próximo 17 de junio (un día después de las elecciones), en el que cuenta el triunfo de Ciudad Futura en las elecciones municipales y contiene en su interior propuestas o trabajos realizados por dicho partido político. Lo mismo sucede en las secciones de entretenimiento.

Esta falsa edición se repartió por toda la ciudad. Una campaña que puede sonar creativa e innovadora pero, al mismo tiempo, confunde a la ciudadanía que se preguntaron si esta edición era real.

Según informaron desde el diario La Capital, la conducción se enteró mediante el reparto del mismo y aseguraron que “se cursaron cartas documento a quienes aparecen como impulsores de la reproducción gráfica y se reclamó formalmente a los impulsores de la idea para que cesen con una distribución panfletaria que sólo favorece la confusión y el engaño”.

Se trata de una innovadora estrategia de marketing. Pero en tiempos de desinformación y noticias falsas, ¿no es cuestionable confundir a la ciudadanía?