"La policía no sabe si se trata de un acto terrorista. Están investigando y quedamos a la espera. No podemos comentar detalles relacionados al autor", dijo la ministra de Justicia
Un hombre armado con un arco y flechas mató a cinco personas e hirió a varias más, incluido un policía, en distintos lugares céntricos de la ciudad noruega de Kongsberg tras lo cual fue detenido poco después, en un hecho que se encuentra bajo plena investigación, sin descartarse ninguna hipótesis sobre su motivación, incluso la de terrorismo.
En una conferencia, este miércoles por la noche ante los medios, la primera ministra, Erna Solberg, se declaró «impactada por estos actos horribles», condenó enérgicamente el ataque y, al igual que la Policía, expresó que «primero hay que esperar a saber más» antes de arriesgar «si se trata de un acto terrorista».
Solberg, quien presentó su dimisión el martes tras la derrota de los conservadores en las elecciones de septiembre, lamentó que pese «al buen trabajo policial que se ha hecho en Noruega» contra lo que llamó «ataques organizados», sus autores sigan cometiendo este tipo de ataques.
En esos términos también se manifestó la ministra de Justicia, Monica Maeland, quien puso a disposición de las autoridades locales toda la infraestructura de seguridad del Estado. «La policía dice que no sabe si se trata de un acto terrorista. Están investigando y quedamos a la espera. No podemos comentar detalles relacionados con el autor», refirió.
Al mismo tiempo, la alcaldesa de Kongsberg, Kari Anne Sand, lamentó el «impactante» suceso «que difícilmente se podría pensar que sucedería en Noruega» y agregó que el hecho ocurrió «en un distrito donde vive mucha gente y muchos se ven afectados».
El jefe de la Policía de la provincia de Buskerud, cercana a Kogsbereg, Oyvind Aas, confirmó que murieron cinco personas y que entre los heridos «hay un agente que en ese momento no estaba de servicio». Y añadió que el asaltante fue detenido aproximadamente una media hora después desde que comenzara el ataque, que no descartó que pueda estar relacionado con el «terrorismo».
«Es natural considerar tal posibilidad, pero no ha sido interrogado y es demasiado pronto para llegar a una conclusión», expuso.
La Policía por el momento no ha dado más información del sospechoso, con el que los agentes habrían tenido un pequeño enfrentamiento antes de poder capturarlo, consignó la agencia de noticias Europa Press.
El ataque, que tuvo varios escenarios, comenzó en un supermercado de la cadena Extra, según informaron los propios responsables del establecimiento. «Podemos confirmar que ha habido un incidente grave en nuestra tienda, pero ninguno de nuestros empleados ha sufrido lesiones», expresó la firma en un comunicado.
Según el canal TV2, el hombre también tenía un cuchillo y varias otras armas. Los heridos fueron trasladados a hospitales y por el momento no se conoce ni su número ni su estado. «No estamos buscando a otras personas», amplió Aas, citado por la agencia de noticias AFP.
En Twitter, la policía local dijo que testigos vieron a un hombre, armado con un arco y flechas, y que las usó contra personas, mientras que las autoridades instaron a la población a permanecer en sus casas.
Varios barrios fueron acordonados e imágenes de televisión mostraban un gran despliegue de policías fuertemente armados y ambulancias. También se enviaron al lugar un helicóptero y un equipo de desminado, a la vez que se alertó al Servicio de Inteligencia Nacional (DIS).
La cadena pública NRK mostró en su página web una foto enviada por un testigo en la que se ve una flecha negra clavada en una pared. Tras el ataque, el alto mando de la Policía de Noruega ordenó a todos los agentes del país, que no suelen estar armados, que porten armas de fuego, como precaución adicional tras el ataque en Kongsberg.
Noruega, un país generalmente pacífico, ha sido escenario de ataques de extrema derecha en el pasado.
El 22 de julio de 2011, Anders Behring Breivik mató a 77 personas al detonar una bomba cerca de la sede del gobierno en Oslo, antes de abrir fuego en un encuentro de las Juventudes Laboristas en la isla de Utøya.
En agosto de 2019, Philip Manshaus disparó contra una mezquita en las afueras de la capital Oslo, antes de ser sometido por la multitud, sin que hubiera heridos graves. Antes del ataque abatió por racismo a su hermana asiática adoptada.
Las autoridades también han frustrado varios ataques de radicales islamistas.