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Estar con una mascota o amigo

«No morir solos»: transitar el final de la vida acompañados


No morir solos, estar acompañados por una mascota o amigo o morir en casa son algunos de los pedidos de las personas que atraviesan el final de la vida y «deben ser tenidos en cuenta por los profesionales, que a veces solo se enfocan en el dolor», afirmaron especialistas durante un encuentro de cuidados paliativos que se realizó en Buenos Aires. 

Una investigación suiza que demuestra la importancia de incluir «las necesidades reales y más personales de los pacientes y sus familias» fue presentada durante la «5ª Conferencia Anual. Cuidados en el final de la vida: promoviendo el acceso con excelencia», que por primera vez se realizó fuera de Europa y culminó días atrás. 

«Los objetivos de cuidado del paciente están basados en lo que los profesionales de la salud quieren, como disminuir el dolor o la ansiedad», contó a Télam la investigadora colombiana Sofía Zambrano, quien trabaja en el Centro Universitario de Cuidados Paliativos de Berna, Suiza. 

«Pero realmente no sabemos si eso es lo que el paciente y la familia quieren, entonces estamos haciendo un proyecto internacional para entender sus necesidades desde su perspectiva», observó. 

La especialista detalló que quienes transitan el final de la vida «muchas veces quieren no morir solos, morir en compañía de un amigo o mascota o tener la oportunidad de ir a sus casas y no fallecer en un hospital». 

«Estamos tratando de obtener resultados estándar sobre qué es lo esencial en esos cuidados, y para eso comenzamos con un proyecto piloto en Suiza, donde estamos evaluando la calidad del buen morir», apuntó Zambrano. 

Según los primeros resultados, para los pacientes que están viviendo sus últimos días «no es demasiado importante tener mucha información sobre el proceso, sino recibirla en el momento adecuado». 

Consultada sobre el deseo de morir en casa, Zambrano señaló que en muchos casos las familias sufren una «sobrecarga emocional» luego de cuidar a un ser querido, por lo que se debe buscar un lugar «que resulte adecuado para todos». 

«También se tienen en cuenta deseos de los pacientes, que a veces no quieren que se los bañe más o, por el contrario, piden que se los bañe todos los días. Vemos que eso tiene un resultado directo en el cuidado de los últimos siete días, cuando están muy medicalizados y realmente no se necesita, porque ya no hace falta medir la temperatura o la presión», explicó. 

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos anualmente, aunque sólo el 14% recibe dicha atención. 

La mayoría de los adultos que los necesitan padecen enfermedades cardiovasculares (38,5%), cáncer (34%), afecciones respiratorias crónicas (10,3%), VIH/Sida (5,7%) y diabetes (4,6%). 

Según el organismo sanitario internacional, “los cuidados paliativos buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias cuando afrontan una enfermedad potencialmente mortal». 

Asimismo, «previenen y alivian el sufrimiento a través de la identificación temprana, la evaluación y el tratamiento correcto del dolor». 

“Quienes hacemos cuidados paliativos pensamos que lo que hay que hacer es tener empatía con el paciente», señaló a Télam Silvio Pederiva, director médico del Centro de Cuidados Paliativos (CCP) Baires. 

Y agregó: «La comunicación no verbal es fundamental. Se trata de detalles que también hablan, desde cómo uno se sienta hasta la distancia con el paciente, una distancia de cuidado que permita tomarle la mano u ofrecerle el hombro si es necesario». 

«Hay determinadas noticias que no se pueden dar por ejemplo a las diez de la noche, porque si se desborda un paciente o familiar tenemos que estar ahí para contener. Todo eso hace a la comunicación», graficó. 

Y destacó: «Queremos formar lo que llamamos ‘buenos médicos buenos’, es decir que sean buenos médicos en cuanto a su conocimiento y también en cuanto a sus virtudes, virtudes que tengan que ver con la empatía».