Por Patricia María Vásquez - Dirigente del PRO
Hace unos años desde mi lugar de confort quise involucrarme, sin experiencia previa, en la política. Un mundo desconocido pero fascinante, con grandes aspectos de desprestigio.
El desafío de comprender con mayor profundidad los graves problemas que padece mi país tuvo desde el comienzo el motor incansable del logro de objetivos. Sabía que no sería fácil y no lo fue. Pero la plena convicción de hacer posible la diferencia enriqueció mi entusiasmo y compromiso. Comprobé que era posible concretar logros en la dimensión pública con esfuerzo y determinación.
Conocí a la entonces diputada Patricia Bullrich, quien me abrió las puertas de su espacio político y me convocó a ocupar cargos de responsabilidad, como fue ser secretaria de Estado. Jamás me importó el cargo en sí mismo, pero sí la enorme posibilidad de ser parte de la solución. Pero no se trata de mí, cuando la Argentina sufre se trata de todos.
Ese sentimiento genuino de estar en contacto con los otros, conociendo de cerca sus problemas que nos afectan a todos como sociedad, alimentan cada día mi esfuerzo por participar cívicamente. Porque quiero como vos una Patria fuerte, segura y confiable que nos permita crecer y asumí los desafíos que imponen participar. No me pesa el esfuerzo, porque vale la pena cada día.
Como vos quiero progreso real, dejar de padecer obstáculos, que la educación nos permita brindarnos como sociedad mayor igualdad de oportunidades, que nadie te ignore, que respeten tus derechos. Quiero una Justicia cercana, rápida y eficiente. Sobre todo confiable. Y definitivamente que nuestros hijos tengan un futuro de plenitud con posibilidad de progresar y expectativas realizables.
No sé si es mucho o poco la dimensión de mi aporte, pero estoy segura que es importante. Y estoy dispuesta a hacerlo como siempre, desde el llano o desde el poder. La pasión que me impulsa supera el ego personal porque el fin es trascendente.
Quiero un país mejor y sé que es posible construirlo entre todos. Anhelo ocupar una banca en el Congreso que me permita acercar de verdad la política a aquellos que represente. No sé si será posible pero estoy segura de que sería el camino eficiente para lograr ser la voz de esta sociedad cansada, dolida e ignorada.
Desde allí, o desde el lugar que sea, estaré siempre dando, sumando y expresando la demanda de libertad y respeto por las instituciones. Si algo me motiva no es el resultado sino disfrutar y valorar el proceso, porque tengo la convicción que la política sólo es y debe ser el medio para lograr cambios como único fin.
Estamos agotados de hablar, pensar y criticar el pasado. Es hora de poner toda nuestra energía en superar nuestro presente con la proyección de futuro, y el proyecto hay que diseñarlo con claridad y certezas. Porque no estoy dispuesta a entregar la Argentina, te convoco a pensar y decidir si creés como yo que tu aporte es importante, para que desde el lugar que puedas te sumes a construir un país mejor. Posiblemente con solo fiscalizar en las próximas elecciones sea infinitamente fundamental.
¿Estamos dispuestos?