La neumonía sigue siendo la principal causa directa de mortalidad infantil. Los niños son los más permeables a contraer esta nueva enfermedad
La neumonía sigue siendo la principal causa directa de mortalidad infantil. Los niños son los más permeables a contraer esta nueva enfermedad
El último día del año pasado saltaron todas las alarmas: las autoridades chinas informaban a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la existencia de un brote de neumonía causado por un virus hasta entonces desconocido en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei (este de China), una megalópolis con 11 millones de habitantes.
Coronavirus: qué es, cómo se transmite y síntomas
El nuevo coronavirus, conocido ya como «neumonía de Wuhan» o 2019-nCoV, es un tipo de coronavirus, como el resfriado común, el SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo) o el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio). Su origen se encuentra en animales pero que también se transmite entre personas, generalmente por vía aérea (al hablar, estornudar o toser).
El nuevo coronavirus suele comenzar con fiebre alta y a continuación se pueden desarrollar otros síntomas como tos seca, dolor de cabeza y de garganta, dolores musculares, malestar general, dificultades para respirar, diarrea o escalofríos. En los casos más graves, la infección causa neumonía, fallo renal e incluso la muerte.
Coronavirus: diagnóstico, prevención y tratamiento
Como los síntomas son similares a los de otros virus o infecciones respiratorias, se debe realizar un examen físico completo, que puede incluir análisis de sangre, cultivo nasofaríngeo, TAC o radiografía de tórax para diagnosticar la neumonía y pruebas de anticuerpos y aislamiento del virus SRAS.
Lo que más preocupa a la comunidad médica, según la revista británica The Lancet, es que pacientes que aún no presentan los síntomas típicos de la infección podrían transmitir el virus. Un período de incubación asintomático de 7-10 días, aunque común entre los virus, dificultaría mucho más la aplicación de medidas de profilaxis como las basadas en el escaneo de la temperatura corporal en los aeropuertos.
No existe un tratamiento específico para el nuevo coronavirus, como por ejemplo una vacuna. La terapia consiste en aliviar los síntomas mediante la colocación de oxígeno, guardando reposo, bebiendo muchos líquidos, tomando antiinflamatorios y antipiréticos… y, sobre todo, con un aislamiento riguroso del paciente.
Lo más importante es siempre la prevención. Por ello, la OMS recomienda cubrirse la nariz y la boca cuando se tosa o se estornude, evitar el contacto con animales, mantener una distancia de un metro entre personas con síntomas de la infección, lavarse las manos de manera frecuente con agua y jabón, evitar mercados y aglomeraciones, cocinar los huevos y la carne, además de acudir al médico o pediatra.
El coronavirus ya ha matado a 81 personas e infectado a más de 2.800 en China. Fuera de China, por el momento se han registrado 44 casos en una docena de países, ninguno de ellos España. El Ministerio de Sanidad ha asegurado que el riesgo de introducción en España del nuevo coronavirus es “muy bajo”. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda viajar con precaución por China y abstenerse de hacerlo por zonas afectadas por el nuevo coronavirus.
Coronavirus: más grave en niños y ancianos
Los coronavirus son responsables de aproximadamente una quinta parte de los casos de neumonía. Y la neumonía sigue siendo la principal causa directa de mortalidad en niños menores de 5 años en todo el mundo: 800.000 al año, 2.200 cada día, 1 niño cada 39 segundos.
Los niños, junto con las personas ancianas y los enfermos crónicos, son los más vulnerables a las infecciones respiratorias agudas. Los lactantes y los bebés corren un riesgo especial debido a la inmadurez fisiológica de su sistema inmunitario. Los niños inmunodeprimidos están expuestos a un riesgo particularmente alto.
Fuente: Unicef