Anthony Madu tiene 11 años. Imágenes suyas bailando ballet descalzo bajo la lluvia se viralizaron, y el joven recibió grandes sorpresas
La vida de Anthony Madu cambió completamente tras la viralización de un video. En las imágenes, se ve al niño nigeriano de sólo 11 años bailando ballet, descalzo, en el barro y bajo la lluvia. Rápidamente su danza dio la vuelta al mundo y le llegó una gran sorpresa.
Con más de veinte millones de visualizaciones, su popularidad llegó hasta el mismísimo American Ballet Theatre, que le ofreció una beca en Estados Unidos para el 2021.
Reminds me of the beauty of my people. We create, soar, can imagine, have unleashed passion, and love….despite the brutal obstacles that have been put in front of us! Our people can fly!!! ❤ pic.twitter.com/LNyWD2ZoU0
— Viola Davis (@violadavis) June 24, 2020
En una nota, EuroNews contó su historia y remarcó las sensaciones del menos cuando se enteró de la beca: «Cuando recibí esa llamada diciéndome que había ganado la beca para estudiar en Estados Unidos en 2021 me puse muy contento. El ballet no es algo fácil, es duro aprender. Pero si te esfuerzas puedes hacerlo y yo estoy muy muy feliz»
La beca ofrecida es para un curso de verano en 2021, ya que Madu es demasiado joven para ir a estudiar a Nueva York porque el mínimo para ingresar son 15 años.
Mientras tanto, él y Daniel Ajala, su profesor y fundador de la academia Leape of Dance. reciben clases por Zoom desde Estados Unidos.
El niño además, recibió múltiples donaciones, que serán empleadas para la construcción de un espacio donde los niños puedan quedarse a dormir.
DANCING IN THE STREET: A viral video of Anthony Madu dancing in the rain outside the Leap of Dance Academy in Lagos lead to a scholarship at the American Ballet Theatre (@ABTBallet) pic.twitter.com/U3vM2KHeq5
— AP Entertainment (@APEntertainment) August 21, 2020
«Vamos a intentar tener un hostal en la academia porque hay algunos estudiantes que tienen que caminar una hora para llegar aquí», explicó el profesor Ajala. «Queremos que tengan un espacio cómodo para ellos en el que se puedan quedar cuando no puedan ir a casa».
Madu y su maestro han demostrado que hasta el sueño más remoto se puede hacer realidad y que cualquier sitio es bueno cuando se quiere bailar.