Al menos 30 soldados nigerianos murieron el jueves durante un ataque del grupo yihadista Boko Haram contra una base militar en el nordeste de Nigeria, informaron este sábado fuentes militares a la AFP.
«Perdimos al menos a 30 hombres en combates contra los terroristas de Boko Haram, que atacaron nuestras tropas en Zari (cerca de la frontera con Níger) a las 16h (15h00 GMT) del jueves», explicó un oficial, que prefirió mantener su anonimato.
Este ataque se produce en un contexto de aumento del número de acciones violentas contra el ejército nigeriano.
«Llegó una gran cantidad de insurgentes en camiones que transportaban armas pesadas», explicó el oficial. «Implicaron a los soldados en una batalla que duró una hora».
«Su fuerza de disparo era tan potente que las tropas se vieron obligadas a replegarse temporalmente antes de la llegada de refuerzos» terrestres y aéreos, añadió.
Los asaltantes estaban equipados con «material militar», seguramente robado durante los anteriores ataques a bases del ejército, según otra fuente militar contactada por la AFP, que ofreció un balance similar de víctimas.
No obstante, indicó que «los terroristas también sufrieron fuertes pérdidas tras el bombardeo».
Zari está situado a 27 km de la ciudad de Damasak, en la frontera con Níger. Es una zona en la que opera una facción de Boko Haram, el grupo del Estado Islámico en África Occidental (ISWAP), cuyo jefe, Abu Mosab al Barnaoui, se separó de la rama tradicional, dirigida por Abubakar Shekau.
Esta sección ataca en contadas ocasiones a los civiles; su objetivo principal es el ejército nigeriano o la fuerza regional conjunta, que sufrieron importantes pérdidas con el aumento de ataques de las últimas semanas.
El pasado 8 de agosto, los insurgentes mataron a 17 soldados y un civil en un ataque contra una base militar cerca de la localidad de Garunda. A finales de julio, hombres armados llevaron a cabo un ataque con explosivos contra un puesto de control militar cerca de Monguno, matando al menos a 11 soldados y tres civiles.
La insurrección en Nigeria y su represión por el ejército dejó más de 20.000 muertos y unos 2,6 millones de desplazados desde 2009.