Deportes
Opinion Chino

Newell’s va ante Sarmiento y busca oxígeno en medio de una crisis futbolística


Por Chino Odisio

Newell’s enfrenta a Sarmiento por la Copa Argentina, un torneo que desde sus inicios ha sido un dolor de cabeza para la Lepra, con resultados insólitos ante rivales de menor calidad y sin poder superar los cuartos de final en ninguna de las ediciones. Y en este contexto, el equipo de Burgos deberá olvidarse de estas estadísticas, que al fin y al cabo son sólo números, y buscar una victoria que le permita al menos conseguir un poco de oxígeno en medio de una crisis futbolística que amenaza incluso la supervivencia del entrenador.

No llega de la mejor manera Newell’s. Tras el último puesto en la zona de la Liga Profesional y la casi decreta eliminación de Copa Sudamericana, el panorama es complejo. Mucho más si se tiene en cuenta el rendimiento del equipo en cancha, con presentaciones donde hubo poco para rescatar desde lo colectivo e individual. El equipo intentó encaminarse con la llegada de Burgos, pero la seguidilla de partidos, las lesiones interminables y decisiones erróneas del entrenador lo desestabilizaron al primer soplido. Y el golpe del Clásico lo terminó de tumbar.

Cuesta imaginar que una derrota hoy puede dejar a Burgos en el banco leproso. Es real que llegó hace menos de dos meses y no tuvo tiempo de trabajar ni tampoco de elegir a sus jugadores, pero las derrotas, especialmente ante Central, y la pobre muestra futbolística dentro del campo de juego le sacó el crédito de la gente, y no pasar de ronda en Copa Argentina generaría un clima aún más enrarecido si no se declara un culpable de esta crisis.

Burgos tendrá hoy a Cristaldo, jugador clave en sus primeras presentaciones; también estará disponible Franco Negri, otro que el equipo extrañó mucho más de lo imaginado. Pero imaginar que la presencia de dos futbolistas cambiará todo es demasiado ambicioso. Y está claro que se hace difícil para el DT encontrar el equilibrio. Si defiende demasiado atrás le cuesta anotar; si sale a presionar más arriba queda expuesto en las espaldas de los volantes centrales y los zagueros sufren al salir lejos o en el mano a mano; la pelota parada no funcionó como al principio y algunos jugadores parecen confundidos y su nivel asusta. Un combo de desaciertos que pone al partido de hoy como una examen no tan sencillo, incluso frente a un rival que en otras circunstancias sería un trámite.

Imaginar lo que puede pasar tras el partido es hacer futurología sin sentido. Y que Burgos se juegue la continuidad hoy tampoco es una verdad absoluta. Lo que sí es innegable es la necesidad de triunfo, de un resultado positivo que detenga una caída que amenaza con no tener fondo y llevarse puesto al Mono.