El partido, válido por la segunda fecha de la Liga Profesional, se jugará desde las 20.15 en el estadio Diego Maradona y con arbitraje de Jorge Baliño
Por José Odisio
Que no haya sido un espejismo. Newell’s se presenta por segunda vez en el ciclo Gamboa, y muchos hinchas miran de reojo el partido para saber si la victoria con levantada ante Talleres no fue sólo una tarde inspirada y nada más. El flojo semestre lleno de frustraciones fue demasiado para los hinchas y recuperar la confianza y el optimismo no es tan sencillo. No alcanza con una remontada ante Talleres, aunque haya sido una demostración de personalidad y templanza que hacía mucho no se veía por el Parque.
¿Cuáles fueron los puntos altos de la Lepra como equipo en el debut? Lo primero que surge es lo anímico, el carácter para revertir un 0-2. Sin dudas que hay un cambio en ese aspecto y Gamboa tiene mucho que ver. Pero Newell’s no fue sólo un equipo con hombría, hubo muchos pasajes del partido que mostraron eso que pregona el entrenador: presión alta, el arco de enfrente siempre en la mira, buen trato de pelota y mucha intensidad a la hora de recuperar. Intensidad, una palabra que parecía erradicada en el plantel leproso y que tanto necesitaba. También hubo una buena respuesta física, tal vez el punto más cuestionado en el final del ciclo Kudelka y la etapa de Burgos. Newell’s parecía un equipo aletargado y ahora es más que digno. Y pelearle de igual a igual ese aspecto a Talleres es toda una mejoría. Lo más sorprendente fue la pelota parada, un arma que podía ser parte del manual de Kudelka (con mucho éxito en la Superliga 2019/20) y que Burgos intentaba poner por encima de todo (nunca lo logró). Con Gamboa pocos imaginaban que este punto iba a ser importante, pero los tres goles ante Talleres demuestran que era un error pensar así.
Hay otro ítem a considerar, los rendimientos individuales. Todos corrieron, todos metieron. La idea de Gamboa entró rápido. El plantel pedía a gritos jugar así. Por eso, más allá de errores, que habrá que corregir, hubo una entrega y una predisposición a hacer lo que el técnico propone que asombró.
Un partido es poco para juzgar. Harán falta varios más, con el Clásico como examen importante para medir pulsaciones y estados de ánimo. Pero ante el Bicho es una buena chance para que el equipo demuestre que la actuación ante Talleres no fue casualidad.
Si lo logra, los hinchas, que todavía prefieren mirar con recelo al equipo, tal vez puedan volver a creer.