Por José Odisio
«Para que valga el empate ante Patronato hay que ganarle a Platense en el Coloso». La frase se instaló apenas concluyó el choque en Paraná y no es más que un análisis tribunero para darle valor a un partido donde las sensaciones no fueron malas como para cuestionar, aunque por la escasa calidad del rival no daba para celebrar.
Más allá del pensamiento del hincha, no hay dudas que ganarle al Calamar tendrá mucho valor. Newell’s tuvo un inicio alentador en sus dos primeras presentaciones en casa. Frente a rivales complicados y molestos desde el juego, el equipo de Gamboa metió dos triunfos llenos de carácter, juego y goles.
Se siente cómodo jugando en el Marcelo Bielsa, sin importar que no haya hinchas. El equipo siente que es local, se lo nota con esa ventaja anímica. Y hasta ahora se reflejó en resultados. Si puede revalidar esos pergaminos, no sólo conseguirá un respeto de cada rival que llegue a Rosario (el próximo será Central), sino además potenciará en la cabeza de los jugadores una idea de imbatibilidad en casa que muchas veces permite revertir resultados, como sucedió con Talleres.
«Newell’s se hace fuerte en el Coloso y baja mucho de visitante, eso ya le pasó a Gamboa en 2008». Otra frase tribunera que sin quererlo parece sentenciar el futuro. Y la realidad es que son pocos partidos para ser tan terminante. Aunque tampoco sería tan malo que Newell’s mantenga ese andar firme como local, porque indefectiblemente provocará un impulso positivo en las salidas del Coloso.
Dio vuelta un 0-2 con Talleres; le propinó cuatro goles a Estudiantes. Este Newell’s de Gamboa presenta argumentos sólidos para entusiasmarse cada vez que se presenta en el Coloso. Seguirá la tendencia? Si es así, el hincha se podrá ilusionar.