El gluten promueve un estado de inflamación, en personas con sensibilidad alterada a la proteína, que puede ocasionar la aparición de enfermedades de tipo neurológico. ¿Qué dicen las investigaciones?
El consumo de gluten está asociado, en ciertos casos, con una mayor sintomatología de ciertas enfermedades neurológicas. Sobre todo en casos de celiaquía, esta proteína es capaz de dañar ciertas zonas de la corteza cerebral, lo que causa, a su vez, jaquecas, esclerosis múltiple y epilepsia.
De todos modos, este nutriente no es peligroso para todo el mundo. Solo aquellos que presentan una sensibilidad alterada a la misma son susceptibles de desarrollar estas enfermedades a partir del consumo de gluten.
Gluten y epilepsia
Los pacientes de epilepsia presentan una sensibilidad alterada al gluten, según un artículo publicado en Journal of Neurology. Sin embargo, no se conoce con precisión si la propia patología altera el metabolismo de la proteína, o si es el metabolismo alterado lo que origina la aparición de esta enfermedad neurológica.
Sí se conoce a ciencia cierta que es recomendable restringir la ingesta de alimentos que presenten este nutriente en pacientes con epilepsia. De hecho, la dieta cetogénica se relaciona con una reducción significativa de la frecuencia de las crisis.
Esclerosis múltiple y consumo de gluten
Algunos autores relacionan también la esclerosis múltiple con el consumo de gluten. Sin embargo, los estudios realizados hasta la fecha no permiten establecer un vínculo claro con evidencia sólida.
Un artículo publicado en la revista Multiple Sclerosis and Related Disorders aporta información sobre la influencia del consumo de esta proteína en el desarrollo de la enfermedad, elabora un modelo fisiopatológico. No obstante, se necesitan estudios más complejos para afirmar la relación.
La inflamación y las enfermedades neurológicas
En los últimos años, se ha recomendado de manera sistemática retirar el gluten de la dieta. Este consejo se basa en que, en ciertas personas con sensibilidad alterada, la proteína es capaz de inducir un estado inflamatorio a nivel intestinal. Esto puede resultar en una disbiosis, o lo que es lo mismo, en daños en la microbiota.
Se conoce a ciencia cierta el vínculo entre la microbiota y la salud mental, a través del eje intestino cerebro. Esta relación es la que ha llevado a sospechar que la ingesta de la proteína podría causar daños en lo que a la promoción de enfermedades neurodegenerativas se refiere.
Sin embargo, la recomendación de suprimir el consumo de gluten no debería extenderse a todo el mundo. En personas que son capaces de metabolizarlo de forma correcta, esta proteína no causa perjuicio aparente, al menos no existe evidencia de lo contrario.
El peligro de eliminar el gluten de la dieta
Eliminar el gluten de la dieta conlleva ciertos peligros en aquellos que no sufren una sensibilidad alterada. Dejar de consumir la proteína produce un cese en la formación de las enzimas necesarias para su metabolismo. Esto desencadena una intolerancia a medio plazo, lo cual imposibilita su ingesta posterior.
Por este motivo, salvo por prescripción médica, no es aconsejable suprimir la ingesta de gluten. En la actualidad, no existe evidencia de que esta sustancia sea capaz de producir inflamación en personas sanas sin sensibilidad alterada.
Tampoco hay estudios científicos rigurosos que asocien este nutriente a la aparición o al empeoramiento de una patología, más allá de la epilepsia. No obstante, en este último caso el paciente se beneficia de la dieta cetogénica, no solo de la ausencia de gluten en la alimentación.
La relación entre el consumo de gluten y las enfermedades neurológicas no está clara
El gluten es una proteína que no resulta negativa para una gran parte de la población. Por lo tanto, no existen motivos para restringir su consumo. Sin embargo, en aquellos individuos que sufren una sensibilidad alterada a la proteína, el aporte de la misma puede promover un estado inflamatorio nocivo para la salud.
En estos casos es necesario recomendar la restricción de este nutriente. De todos modos, no está claro, aún en estos casos, el vínculo entre el consumo de gluten y el desarrollo de enfermedades neurológicas. Existe controversia en la literatura científica al respecto.
El concepto de neurogluten, que vincula la proteína a un aumento del riesgo de enfermedades de tipo neurológico, ha de ser investigado más a fondo.
No obstante, no existen indicios para pensar que la proteína es capaz de inducir un estado inflamatorio en personas sin sensibilidad previa. Se le achacan las propiedades inflamatorias al alto consumo de azúcares simples y de grasas trans.
Fuente: mejorconsalud.com