La Fiscalía General de Israel anunció este jueves que el primer ministro Benjamin Netanyahu será procesado por fraude, cohecho y ruptura de la confianza en tres casos de corrupción, una decisión que desató un pedido de renuncia desde la oposición y la promesa del premier de seguir en el poder y pelear la reelección el 9 de abril.
«Seguiré sirviendo como primer ministro muchos, muchos años», aseguró Netanyahu en un discurso televisado, en el que además pronosticó que «todas estas acusaciones van a colapsar, estoy 400% seguro» y acusó a la Fiscalía General del país de lanzar «una caza de brujas» contra su persona y su candidatura.
La imputación anunciada hoy aún no está firme ya que Netanyahu debe primero comparecer ante el juez a cargo y defenderse contra el cargo que presentó la fiscalía, un proceso que podría llevar meses, informó la agencia de noticias EFE.
El cargo más grave, el de cohecho, junto con fraude y ruptura de la confianza es por el denominado Caso 4000 o caso Bezeq, en el que Netanyahu es acusado de hacer favores a la poderosa empresa de telefonía Bezeq a cambio de recibir una cobertura mediática favorable en el portal de noticias Walla, que pertenece al mismo empresario.
Los cargos de fraude y ruptura de la confianza, un delito que pueden cometer funcionarios públicos, se repiten en los casos conocidos como 1000 y 2000.
En el primero, Netanyahu está imputado por fraude y abuso de confianza porque él y su familia presuntamente recibieron regalos muy caros de los empresarios millonarios Arnon Milchan y James Packer a cambio de favores políticos.
En el segundo, se lo acusa al premier de negociar con el dueño del diario Yediot Aharonot para conseguir una línea editorial favorable a cambio de perjudicar a su principal rival en el mercado, el diario gratuito Israel Hayom.
Pese a que el premier rechaza todas las acusaciones y asegura que es inocente, el arco opositor pidió su renuncia, a menos de dos meses de las elecciones legislativas en donde definirá su continuidad en el poder.
«Desde este triste momento, Netanyahu está luchando por su vida personal, no es apto para luchar por las vidas de los ciudadanos del Estado, no es apto para ser primer ministro y no es apto siquiera para presentarse a las elecciones», aseguró la jefa de la oposición y líder del Partido Laborista, Shelly Yajimovich, en un comunicado difundido por el diario online Times of Israel.
En tanto, el partido oficialista Likud y la coalición ultraderechista Unión de Partidos de Derechas, que incluye a Hogar Judío, Unión Nacional y el extremista Poder Judío, adelantaron que continuarán apoyando al gobierno del primer ministro y sus esfuerzos por ser reelegido.
El favorito para las elecciones de abril, el ex jefe del Estado Mayor del Ejército Benny Gantz, uno de los principales referentes de la nueva coalición Azul y Blanco, también le pidió a Netanyahu que dé un paso al costado.
«Si y cuando pruebe su inocencia, podrá volver a la arena pública con su cabeza bien en alto. Espero que pelee sus batalles legales como un hombre privado y le deseo éxito en sus esfuerzos», aseguró el candidato, cuando la prensa le preguntó por la imputación de Netanyahu, según informó el portal de noticias Ynet.
«Dada la publicación de las recomendaciones del fiscal general y ante las circunstancias que éste ha creado, ser parte (de un gobierno) con Benjamin Netanyahu no es una opción», agregó Gantz, descartando cualquier posibilidad de coalición después de las elecciones.