Figuras clave de Corea del Norte y y delegados de Estados Unidos realizan hoy una serie de febriles reuniones en el lado norte de la frontera norcoreana con las que buscan salvar la esperada cumbre entre los líderes de los dos países, a la que podría unirse también el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Las reuniones, encabezadas por Sung Kim, actual embajador de Estados Unidos en Filipinas, y Choe Son-hui, vicecanciller norcoreana, continuarán hasta mañana y servirán para definir los trazos gruesos de la la agenda, principalmente en torno al tema de la desnuclearización, tras los recientes cruces entre ambas naciones, informó la Casa Blanca.
De producirse la reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, será el primer encuentro de la Historia entre los líderes de ambos países .
Aún se espera que la misma se celebre el 12 de junio en Singapur, después de que el magnate primero la cancelara -el pasado jueves- y luego se retractara tras un cruce de mensajes conciliadores, al día siguiente.
En la mejora de los pronósticos respecto a la posibilidad de que la cumbre se celebre finalmente, y en la fecha prevista, ha sido capital la reunión que celebraron el pasado sábado, en secreto y por sorpresa, el propio Kim Jong-un y Moon Jae-in, cuyo trabajo de mediación entre Pyongyang y Washington está resultando indispensable.
Según la prensa surcoreana, Moon podría estar presente en la cumbre, pero ninguna fuente oficial confirmó está versión.
La convocatoria de Kim, ex embajador en Corea del Sur y experimentado negociador en lo que atañe al programa nuclear de Pyongyang, refleja la firme voluntad de la Casa Blanca para lograr que finalmente la cita de Singapur se celebre en la fecha prevista inicialmente, según informó la agencia de noticias EFE.
Considerado el diplomático estadounidense con mayor conocimiento sobre Pyongyang, Kim ya estuvo en Corea del Norte en 2008 para recopilar documentación sobre las operaciones del reactor nuclear de Yongbyon como parte de las negociaciones a seis bandas para tratar de lograr la desnuclearización de la nación comunista.
Nacido en Seúl y coreanoparlante, Kim, acabó siendo nombrado el máximo representante estadounidense para estas fracasadas negociaciones antes de ocupar la Embajada en Seúl de 2011 a 2014.
Por su parte, Choe es una peso pesado en la maquinaria diplomática armada por Pyongyang y fue ascendida en febrero de directora del departamento para Norteamérica en Exteriores a viceministra ante la esperada ronda de contactos con Washington.
La hoy vicecanciller fue intérprete en las negociaciones nucleares entre Corea del Norte y EEUU en los 90 y en las mencionadas conversaciones a seis bandas, donde coincidió con Kim.
De estas dos figuras depende en buena parte que ambas naciones encuentren un punto de encuentro en torno al espinoso tema de la desnuclearización después de que ambos lados hayan exhibido aspiraciones completamente divergentes, con Pyongyang condenando el modelo «unilateral» de desarme que defendieron varios miembros de la Casa Blanca.