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Naomi Watts: El beso en la boca a su hijo despertó una vieja discusión


En el primer día de clases de sus hijos Sasha y Kai, de 10 y 9 años, Naomi Watts los despidió con un besazo en la boca. El momento quedó registrado por fotógrafos que no les pierden el rastro a las celebrities en sus actividades cotidianas y las imágenes llegaron a los medios del mundo. Entonces, se reabrió un debate que nunca pasa de moda: ¿está bien besar a los chicos en la boca?

Antes de que lo digan ustedes: nadie es dueño de cuestionar las formas de afecto entre padres e hijos y es cierto, el beso en la boca pareciera ser una demostración de amor más grande que en el cachete o la cabeza, por ejemplo. Cuando son bebés, este acto está naturalizado, y muchas mamás dirían que son tan chiquitos y tiernos, tan ‘estrujables’, y ‘besables’, que ninguna parte del cuerpo del recién nacido se salva de los cariños. Pero a medida que pasan los años, la imagen de un adolescente o niño despidiéndose de su madre con un beso en la boca puede resultar chocante para muchos y en su forma más radical, algunos evocarán pensamientos de incesto, de relaciones patológicas, y otras ideas descabelladas.

¿Hay un momento determinado en el que los besos en la boca deberían evitarse? ¿Es un tabú más impuesto por la sociedad? ¿Puede generar traumas en el niño este contacto con la madre?

Según la psicóloga Marisa Russomando, especializada en crianza y familia, está clarísimo que los padres no le agregan una connotación sexual a los besos con sus hijos, tengan la edad que tengan. De otra forma, ya estaríamos hablando de una desviación sexual que además es un delito. Sin embargo, según la especialista, es importante marcarles la diferencia entre los besos de mamá y los de los extraños, e insistir en las partes «sagradas» de sus cuerpos. «Es fundamental que sepan cuáles son los límites y hasta dónde es normal que otro adulto los toque», remarcó.

«Los chicos tienen que saber que no pueden besar a otros adultos en la boca ni tampoco a otros chicos, ya sea los amiguitos del jardín o de la primaria, porque no todos los papás están de acuerdo con esta conducta ni lo hacen en sus casas», continuó la psicóloga.

Victoria Beckham y su hijita Harper, en un tierno beso.
Victoria Beckham y su hijita Harper, en un tierno beso.

La postura de la medicina es mucho más estricta. No se debe besar a los chicos en la boca, punto. «Por la vía aérea se contagian muchos cuadros virales, como la gripe, herpes. El contacto con la boca del niño o bebé es una vía de contagio«, advirtió la pediatra Soledad Fernández Escobar, e hizo especial hincapié en los recién nacidos, que son más vulnerables a las enfermedades.

«Hasta los 4 años, los niños no tienen noción sobre su sexualidad, lo ven como un mimo. En sala de 3 y de 4 es muy corporal la relación y se besan entre ellos. Pero después, en sala de 5 y primaria, un chico que besa mucho en la boca, llama la atención. La realidad es que el beso en la boca, socialmente, no está bien visto y cuando el niño se escolariza se transforma en un tema porque para él es normal, pero para la maestra y los demás compañeros, no. Y el nene se pregunta por qué está mal», continuó la profesional. «Esto deriva en una emoción no resuelta: el niño se pregunta por qué se puede en casa y en el jardín o en el colegio, no. Es un doble discurso y hay que tratar de mantener una conducta», insistió.

La pediatra también hizo otro llamado a la prevención desde el punto de vista infectológico: las mamás no deberían limpiar los chupetes de sus bebés con su propia saliva. La escena es clásica: se cae el chupete, la mamá lo levanta y en el apuro, lo chupa para sacarle la suciedad del piso y se lo devuelve al niño. Esto, dice Fernández Escobar, es igual de riesgoso que los besos en la boca, «un horror».

Malena Massa y un beso con su hija adolescente Milagros en las elecciones presidenciales de 2015. Este momento revolucionó las redes sociales.
Malena Massa y un beso con su hija adolescente Milagros en las elecciones presidenciales de 2015. Este momento revolucionó las redes sociales.

Más allá de lo que opine la medicina y la psicología, para los papás seguramente hay una sola verdad, la del amor. ¿Cuánto daño pueden hacer el afecto, el cariño, los mimos, en sus distintas formas? Aún sin estadísticas, no sería incorrecto arriesgarse a afirmar que los niños que crecen con exceso de amor, como los que no pueden esquivar los besos de mamá, por más incómodos, vergonzosos, ruidosos, asfixiantes que estos sean, son los que llegan a la vida adulta más felices.

FUENTE: TN