El dueño murió hace más de dos años. Desde ese momento, no pasa un día sin que Nana le muestre su cariño
La fidelidad y lealtad de nuestras mascotas no tiene límites, así lo demuestran casos como el de Nana, una gata que acude cada día al cementerio para visitar la tumba de su dueño desde que falleció hace dos años en Tanah Merah (Malasia), según indicó el portal RT.
El vínculo que dueño, Abdul Aziz Ismail, y gata tenían era tan fuerte, que supuso un golpe muy duro para el felino, de pelaje anaranjado, que dejó de comer durante tres meses, lo que provocó que perdiera mucho peso.
La hija del fallecido, Norhazlyn Mohd Nozi, contó que «empezó a venir a la tumba desde el primer día». «Cada mañana, después de desayunar, cuando nuestra familia iba a visitar la tumba Nana se nos unía», aseguró.
Y reveló que «nos siguió durante 40 días sin falta y hasta ahora, cada día, siempre la vemos en la tumba de nuestro padre».
Lejos de las especulaciones, Nana pudo salir adelante. La gatita se sobrepuso a la muerte de Abdul y, sin dejar de recordarlo, ahora está al cuidado de sus seres queridos.