Existe una fuerte preocupación en los sindicalistas por el impacto económico de la nueva cuarentena estricta y la pérdida de puestos laborales que traerá aparejada
El Gobierno creó hoy una comisión tripartita para analizar junto a sindicalistas y empresarios para construir «consensos necesarios» en lo que se refiere a la formación profesional. El órgano estará integrado por 12 personas: cuatro representantes de la cartera laboral, cuatro por parte de los gremios y la misma cifra para las organizaciones empresarias.
A través de la Resolución 550/20, publicada este jueves en el Boletín Oficial, el Ministerio de Trabajo formalizó la creación de la «Comisión Tripartita de Formación Profesional y Continua».
El objetivo de esta comisión es «la construcción de los consensos necesarios para el diseño, formulación, evaluación y planificación de las políticas públicas, líneas de acción y programas que integran el Plan de Formación Continua» del Ministerio de Trabajo.
En ese sentido, el Gobierno remarcó que, entre otras medidas, apuntará a «articular la demanda de calificaciones de los sectores productivos con las necesidades y expectativas de formación de la población trabajadora, de acuerdo con una perspectiva estratégica de desarrollo territorial».
La conformación de este espacio se da en medio de reclamos de la CGT para que se forme una mesa con los tres mismos actores pero para delinear políticas para una recuperación económica y del mercado laboral de cara a la salida de la pandemia en el marco de la crisis que vive el país.
No obstante, aún la Casa Rosada no formalizó ninguna convocatoria para discutir esta cuestión y sólo trascendió que el jefe de Gabiente, Santiago Cafiero, estaría tanteando una reunión con sindicalistas y empresarios aunque todavía no existe nada concreto.
La CGT hace semanas que retomó su pedido de una reunión con el Gobierno, e incluso tras el encuentro de la «mesa chica» de la central obrera del lunes último dejaron trascender que podrían realizar en los próximos días una reunión con la UIA para analizar la postpandemia, sin una convocatoria del Ejecutivo, en el marco de una movida para meter presión al Gobierno para que se involucre en esa mesa.