Falleció este viernes a los 97 años, según confirmó el semanario argentino-alemán Argentinisches Tageblatt, del que fue director
En las últimas horas se conoció la noticia del fallecimiento de Roberto Alemann, ex ministro de Economía argentino durante la presidencia de Arturo Frondizi y el gobierno de facto de Leopoldo Galtieri. El deceso de Alemann, ocurrido este viernes a la edad de 97 años, fue confirmado por el semanario argentino-alemán Argentinisches Tageblatt, fundado en 1889 y del cual fue director.
Roberto Alemann había nacido el 22 de diciembre de 1922. Era abogado y Doctor en Derecho y Ciencias Sociales recibido en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Su tesis sobre Sistemas Económicos fue recomendada al Premio Facultad. Realizó estudios libres de Economía en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Berna (Suiza). Fue Profesor Adjunto de Economía Política y Titular de Política Económica Argentina de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA. Además, fue representante en la Argentina de la Unión de Bancos Suizos.
Roberto fue propietario de una imprenta, donde se imprimió el diario “La Opinión”, dirigido por Jacobo Timerman y financiado por David Graiver, una publicación que dejó su huella en la historia del periodismo argentino.
Alemann fue también Embajador Argentino en Estados Unidos entre 1962 y 1964, consultor económico de empresas, bancos y entidades del país y del exterior y director del tradicional semanario argentino-alemán Argentinisches Tageblatt, que se imprimía justamente en la imprenta Alemann.
Además, escribió distintos libros, entre ellos Sistemas Económicos; Hacia una política de inversiones (1960); Curso de Política Económica Argentina (1970); Breve historia de la política económica argentina (1989) y Recordando a Kennedy.
Alemann fue titular de la cartera económica, primero durante el gobierno de Frondizi (1961), sucediendo a Alvaro Alsogaray, y luego durante la dictadura militar del ex presidente de facto Leopoldo Galtieri (entre diciembre de 1981 y junio de 1982).
A fines de 1981, Alemann instrumentó un ortodoxo plan económico para combatir la inflación, que ni los cinco años previos de José Alfredo Martínez de Hoz con su “tablita cambiaria” ni la gestión de Lorenzo Sigaut habían logrado aplacar -pese a la fuerte represión sindical, la caída del salario real y el fuerte declive de la actividad industrial, en un contexto económico recesivo-. Sin embargo, su estrategia sucumbió ante la decisión de Galtieri y de la Junta Militar de recuperar por la fuerza las Islas Malvinas.
Una vez concluida la Guerra de Malvinas, en 1982, Alemann dejó el cargo. El general Bignone reemplazó a Galtieri como presidente de facto y designó como ministro de Economía a José María Dagnino Pastore, que estuvo en el cargo apenas 53 días, para ser reemplazado por Jorge Whebbe, el último de los cinco ministros de Economía de la dictadura 1976-1983.
En 2009, el Congreso de la Nación Argentina anuló su jubilación de privilegio como parte de la cancelación de beneficios obtenidos por altos funcionarios del llamado Proceso de Reorganización Nacional.
El otro Alemann
Roberto tiene un hermano, Juan Alemann, quien actualmente tiene 92 años y fue secretario de Hacienda de Martínez de Hoz. Roberto era reservado y muy respetado entre economistas y políticos, aunque su participación en la última dictadura militar dejó una marca imborrable en su biografía. Su hermano Juan tuvo un carácter bastante diferente. En 1984, durante la gestión de Raúl Alfonsín, Juan formuló la “ley Alemann”, que vaticinaba un golpe de Estado para 1985, en función del acortamiento de la distancia en años entre las sucesivos intervenciones de las Fuerzas Armadas: 13 años entre el golpe de 1930 y el de 1943, 12 entre el de 1943 y el de 1955, 11 entre el de 1955 y el de 1966, y 10 entre el de 1966 y el de 1976, que instauró la dictadura inicialmente presidida por Jorge Videla.
Alemann realizaba estos vaticinios en medio de las fuertes presiones inflacionarias, rebeldías militares y resistencias sindicales que enfrentaba el gobierno de Alfonsín, en la recientemente recuperada democracia.