Koko, una gorila criada en cautiverio que se hizo famosa en todo el mundo por su dominio del lenguaje de signos, murió el miércoles en California, anunció la Gorilla Foundation. Tenía 46 años.
La primate, que nació el 4 de julio de 1971 en el zoológico de San Francisco, murió «cuando dormía», precisó la fundación en un comunicado.
«La capacidad de Koko por el lenguaje y su empatía abrió la mente y el corazón de millones de personas», subrayó la fundación, que la calificó como «un ícono de la comunicación entre especies».
«Era muy amada, y la extrañaremos profundamente», añadió.
En 1972, una investigadora y psicóloga para animales, Francine Patterson, comenzó a enseñar a Koko el lenguaje de signos, y luego la gorila continuó su aprendizaje en la Universidad de Stanford, donde fue creada la fundación, dedicada al estudio de gorilas en cautiverio.
Koko, que llegó a dominar unas mil palabras, fue protagonista de muchos reportajes que la llevaron a la fama. Comenzando por la cobertura de National Geographic, en octubre de 1978, que la mostraba tomándose a sí misma una foto y mirándose en un espejo.
Koko ganó luego más notoriedad por su afección por un gatito al que ella misma bautizó «All Ball», y su relación inspiró incluso un libro para niños que se convirtió en un clásico, «Kokos kitten» (El gatito de Koko).
Cuando murió el gato, atropellado por un coche, Koko mostró su dolor durante meses.
La gorila amaba también la pintura, y participó en conversaciones por internet con muchos fans.
La primera embajadora de los gorilas del planeta fue también objeto de polémica.
En 2005, dos mujeres presentaron una demanda judicial contra la fundación por haberles forzado a desnudar su torso delante de Koko, para comunicarse mejor con esta hembra.
La fundación rechazó las acusaciones, y la disputa se saldó con un acuerdo amistoso.