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Murió jueza de la Corte de EE.UU., ícono de la defensa de los derechos de la mujer


Ruth Bader Ginsburg murió este viernes a los 87 años como consecuencia de un cáncer de páncreas

La jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, considerada como un ícono de la defensa de los derechos de la mujer, murió este viernes a los 87 años como consecuencia de un cáncer de páncreas.

La magistrada falleció en su casa de la ciudad de Washington rodeada de su familia, según informó el máximo órgano judicial estadounidense.

«Hoy estamos de luto pero con la certeza de que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como la conocimos, una decidida defensora de la justicia», expresaron los jueces de la Corte según el sitio de BBC.

La muerte de la jueza le pone un condimento a la batalla electoral entre el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden.

Las posibilidades pasaban a ser que la administración de Trump podía intentar nombrar un conservador para cubrir el puesto de la liberal Ginsburg o que lo deje vacante para estimular el voto de ese sector ideológico, sobre todo emparentados con grupos evangélicos.

Ginsburg nació en Nueva York en 1933, tenía padres inmigrantes judíos, y se convirtió en la segunda mujer en llegar a juez de la Corte Suprema después de haber sido nominada en 1993 por el presidente Bill Clinton.

Llegó al alto tribunal tras haberse ganado fama de centrista en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, donde había llegado en 1980 nominada por el presidente Jimmy Carter.

Y es que había votado con los conservadores muchas veces, por ejemplo, cuando rechazó escuchar el caso de discriminación de un soldado que dijo que había sido dado de baja de la Armada por ser gay.

No obstante, una vez en la Corte, fue el que anuló la política de admisión exclusiva para hombres del Instituto Militar de Virginia.

En esa oportunidad, alegó que ninguna ley o política debería negar a las mujeres «la plena ciudadanía, la misma oportunidad de aspirar, lograr, participar y contribuir a la sociedad en función de sus talentos y capacidades individuales».

Mientras con el pasar de los años la Corte se volvió más conservadora, Ginsburg de fue volcando hacia la izquierda del sistema judicial.