El ataque fue dirigido contra la oficina de Hamas en el suburbio sur de Beirut, bastión de Hezbollah, respaldado por Irán, informó una fuente de seguridad libanesa
El número dos de Hamas, Saleh al-Arouri, murió este martes en un ataque israelí al sur de Beirut, la capital del Líbano, informó el propio movimiento islamista palestino, mientras que aliados del grupo estimaron que la agresión podría escalar el conflicto a la región.
«Martirio del vicepresidente del buró político de Hamas, jeque Saleh al-Arouri, en un ataque sionista en Beirut», indicó el grupo en un comunicado difundido por Al-Aqsa TV, su canal oficial.
En tanto, el canal Al-Manar, del movimiento chiita libanés Hezbollah, dijo que Al-Arouri falleció al caer la noche en un ataque de un dron israelí en el suburbio de Mashrafiyah e imágenes televisivas mostraron autos dañados y escombros en una zona frente a un bloque de edificios, y un incendio a la distancia.
El ataque fue dirigido contra la oficina de Hamas en el suburbio sur de Beirut, bastión de Hezbollah, respaldado por Irán, informó una fuente de seguridad libanesa a la agencia de noticias AFP.
Un fotógrafo de la misma agencia vio cómo dos plantas del edificio volaron por los aires. A la zona acudieron rápidamente ambulancias.
«Un movimiento cuyos líderes y fundadores caen como mártires por la dignidad de nuestro pueblo y nuestra nación nunca será vencido», declaró hoy el máximo líder de Hamas, Ismail Haniyeh en una alocución por televisión luego de la muerte del número dos del grupo.
«Es la historia de la resistencia y del movimiento que, tras el asesinato de sus líderes, se vuelve aún más fuerte y determinado», añadió.
Es la primera vez desde el inicio de la guerra en Gaza que Israel bombardea la capital libanesa. Los enfrentamientos entre el ejército israelí y Hezbollah, aliado de Hamas, se habían limitado hasta ahora a las zonas fronterizas en el sur de Líbano.
Según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) al menos seis personas murieron en el bombardeo, llevado a cabo con un dron, en el momento en que «se estaba realizando una reunión de formaciones palestinas» en el edificio.
El gobierno de Israel aún no hizo comentarios sobre el hecho y las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) solo afirmaron que el ejército «está preparado para todos los escenarios, centrado en combatir a Hamas», según recogió el diario israelí Haaretz.
En noviembre, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que había «dado instrucciones» para «actuar contra los jefes de Hamas dondequiera que se encuentren» como represalia por el ataque de los milicianos del grupo del 7 de octubre pasado, cuando asesinaron a unas 1.200 personas, la mayoría de ellos civiles, y secuestraron a unas 240 personas, incluyendo una veintena de argentinos.
Al menos 22.185 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron desde entonces en bombardeos israelíes en la Franja de Gaza y 57.035 resultaron heridos, informó hoy el Ministerio de Salud local.
El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, condenó el «asesinato» de Al-Arouri y advirtió de los «riesgos y consecuencias que podrían derivarse» de ese «crimen perpetrado por criminales conocidos».
Shtayyeh es del partido secular Al Fatah, que controla la Autoridad Nacional Palestina (ANP), la cual es reconocida como Gobierno autónomo palestino por Israel y la comunidad internacional. La ANP gobierna en Cisjordania, los otros territorios palestinos, ocupados y colonizados por Israel, pero no Gaza.
En la misma línea, el primer ministro de Líbano, Najib Mikati, condenó el ataque y dijo que Israel «busca llevar a Líbano a una nueva fase de enfrentamientos», en una declaración difundida en la red social X.
Mikati señaló que dicho ataque implica a Líbano en un conflicto a pesar de sus esfuerzos para distanciarse de la campaña israelí sobre la Franja de Gaza y agregó que «la decisión de ir a la guerra está en manos de Israel, y lo que se necesita es disuadirlo y detener su agresión», según citó la agencia de noticias Europa Press.
Por su parte, las autoridades de Irán expresaron hoy su enérgica condena al ataque en Líbano.
«La sangre del mártir definitivamente encenderá una vez más las venas de resistencia y motivación para luchar contra el ocupante sionista, no sólo en Palestina, sino en la región y entre todos los defensores de la libertad en todo el mundo», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanaani.
En Líbano desde 2018, Al-Arouri estuvo antes detenido en cárceles israelíes durante 12 años y fue liberado en 2010, bajo condición de exiliarse.
Se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés.
Al-Arouri fue uno de los principales intermediarios en la liberación de los rehenes tomados por Hamas el 7 de octubre. Unos 100 rehenes fueron liberados durante una tregua de una semana a fines de noviembre luego de una mediación encabezada por Qatar, EEUU y Egipto.
Egipto presentó una propuesta para poner fin al conflicto que contempla la liberación escalonada de todos los secuestrados a cambio de palestinos presos en Israel, pero Haniyeh dijo hoy en un discurso televisado previo a la muerte de Al-Arouri que «los prisioneros del enemigo solo serán liberados en las condiciones que establezca la resistencia», sin dar más detalles.
Hace un mes, en declaraciones a la cadena de televisión Al Jazeera, afirmó que el resto de prisioneros eran soldados y que no serían liberados hasta que Israel pusiera fin a los ataques sobre Gaza.
Más de un centenar de rehenes siguen cautivos en Gaza.
En tanto, en la Franja de Gaza, fuertes bombardeos y combates sacudieron hoy la sureña ciudad de Khan Yunis y campamentos de refugiados palestinos del centro del enclave, un día después de que Israel anunciara que retirará a miles de soldados de otras zonas en un posible giro en su ofensiva contra el movimiento islamista Hamas.
Netanyahu prometió seguir adelante con la ofensiva hasta que Hamas sea desmantelado y los más de 100 rehenes que el grupo aún mantiene en Gaza sean liberados, y el Ejército dijo ayer que sus acciones en Gaza continuarán «a lo largo» de 2024.
Sin embargo, en medio de creciente presión internacional sobre Israel para que reduzca su ofensiva y antes de una visita a fines de esta semana a la región del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el Ejército israelí dijo también que cinco brigadas -varios miles de soldados- serán retirados de Gaza en las próximas semanas.
En medio de estas presiones, el Gobierno israelí dijo hoy que se defenderá de una acusación de genocidio de palestinos en Gaza presentada la semana pasada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU, con sede en La Haya.
Israel ha dicho que está cerca de tomar control operativo de la mayor parte del norte de Gaza, y que esto reduce la necesidad de tener tantas fuerzas allí.
Sin embargo, los combates han recrudecido en otras zonas del territorio palestino, especialmente en el centro y sur, a donde ha huido la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza, el 85% de los cuales ha tenido que dejar sus casas por la violencia, según la ONU.
Pese a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para pedir el envío «a gran escala» de ayuda humanitaria para Gaza, los suministros entran con cuentagotas, mientras la población sufre una catastrófica escasez de comida, agua, combustible y medicinas.
Israel no ha sido claro sobre que pasará con Gaza tras una eventual derrota de Hamas.
La televisión pública israelí Kan informó hoy que el Ejército presentará un plan posbélico al Gobierno para dividir Gaza en zonas controladas por tribus o clanes para que no sea gobernada por ninguna organización política.
Haniyeh dijo hoy que estaba abierto «a la idea de un gobierno nacional para Cisjordania y Gaza».