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Muñecas con implante coclear, una idea rosarina para la inclusión


La acción, que es una de las primeras en el país, corresponde al emprendimiento “Gatovaca”, especializado en el desarrollo de juguetes sustentables para niños

Aceptar al otro tal y como es, poner fin a una discriminación que es propia y lamentablemente exclusiva de algunos seres humanos, es lo que se proponen muchas personas que luchan y actúan por un mundo sin barreras que impidan el buen encuentro de la gente más allá de raza, religión, clase, ideologías y condiciones físicas e intelectuales. En ese camino están emprendedoras rosarinas, quienes han ideado y comenzado a difundir y comercializar una de las primeras muñecas sustentables, libres de materiales contaminantes y con un implante cloquear. La acción, que es una de las primeras en el país, corresponde al emprendimiento “Gatovaca”, especializado en el desarrollo de juguetes sustentables para niños.

“Estos muñecos son una imagen fiel de la realidad -dice Juliana, una de las responsables de impulsar las muñecas inclusivas- la idea es que cada niño vea la diversidad a través de los muñecos y que no sean solo «como yo» sino como tú (el otro) y yo”. Y añade: “son muñecos para trasmitir valores como empatía y derribar prejuicios”.

Los muñecos con implante cloquear, a los que se sumarán otros que reflejan otras discapacidades, fueron inspirados por una niña, Paulina. “Ella vino a este mundo a enseñarnos que cada persona tiene sus tiempos, que todos somos únicos y que las diferencias nos enriquecen. Únicos, pero con los mismos derechos y con diversas posibilidades. No hay personas más capaces que otras, más valiosas que otras, solo hay personas capaces y valiosas en sí mismas más allá de sus circunstancias. Personas que desarrollarán sus dones según la posibilidad que se les dé porque la capacidad más grande y sublime es la de amar”, sostiene Juliana.

Los muñecos de tela y otros juguetes sustentables, forman parte de los juegos de identificación y por lo tanto deben representar toda la diversidad de la sociedad: los pequeños, los grandes, los delgados, las diferentes razas “y también las discapacidades, es tiempo de romper con los estereotipos”.

En ese orden, las emprendedoras rosarinas expresan que “los muñecos de tela, además de favorecer el despliegue del juego simbólico, ayudan a los niños a desarrollar la empatía, la aceptación y la inclusión. Nosotros como adultos -remarcan- podemos fomentar el respeto por las diferencias; ese es uno de los desafíos más importantes para posibilitar a los niños crear relaciones sanas con otros”.

Finalmente, indicaron que “estamos convencidas de que todo lo que se aprende jugando se aprende de otro modo y que el respeto hacia la diversidad y la tolerancia es clave para construir un mundo mejor”.

Desde @gatovacarosario y @gatovacafunes (https://gatovaca.mitiendanube.com)
apuestan por un mundo más abierto, inclusivo y respetuoso hacia la diversidad.