Veintidós personas, incluidos niños, murieron el domingo en Turquía cuando un vehículo que transportaba a inmigrantes se salió de la ruta y se estrelló con el lecho de un río, varios metros más abajo, anunció la agencia estatal Anadolu.
El vehículo, un camión según las primeras informaciones, procedía de Aydin y se dirigía hacia Esmirna, en la costa occidental de Turquía, cuando de forma súbita se salió de la carretera, precisó la agencia. Por el momento se desconoce la nacionalidad de los migrantes.
Aparentemente se dirigían hacia la costa, probablemente a la península de Dilek, desde donde tenían planeado tomar botes hinchables hacia la isla griega de Samos, que está distante a unos pocos kilómetros, según la agencia de prensa DHA.
La televisión turca mostró imágenes del vehículo calcinado al borde del río y rodeado de personal de socorro.
La agencia DHA informó de que el conductor del vehículo, un turco de 35 años, sobrevivió al accidente. Según la agencia, este le dijo a la policía en el hospital que giró para evitar a un vehículo blanco que se aproximaba.
Entre los muertos hay dos bebés y dos niños, así como una mujer embarazada, añadió.
Cuando el conductor salga del hospital, será presentado ante la justicia, indicó Anadolu. Los fiscales regionales abrieron una investigación, agregó.
Vía de tránsito clave
Turquía es una vía de tránsito clave para los inmigrantes de Asia, Medio Oriente o África que intentan llegar a través de Grecia a un país de la Unión europea (UE).
En 2015, un millón de migrantes pasaron de Turquía a Grecia, miembro de la UE, la mayoría en botes, provocando una crisis que se resolvió con un acuerdo entre la UE y Ankara.
Desde entonces, el número de migrantes que toman esta vía hacia la UE se ha reducido claramente, aunque desde principios de año 25.000 migrantes han llegado a Grecia y 118 personas hallaron la muerte al intentar la travesía marítima, según la ONU.
El sábado, en Grecia, los once pasajeros de un vehículo que se sospecha transportaba clandestinamente a migrantes, murieron quemados tras una colisión frontal con un camión en el norte de Grecia.
La semana pasada, ocho migrantes fueron hallados ahogados en el distrito de Karaburun (oeste), igualmente en la provincia turca de Esmirna, después de que su barco volcara.
Otros 26 siguen oficialmente desaparecidos tras el accidente, de acuerdo a Anadolu.
Los viajes de migrantes hacia Grecia suelen estar organizados por traficantes de personas que piden cientos, e incluso miles, de dólares por persona.
Tras la tragedia de Karaburun, cuatro supuestos traficantes de personas fueron detenidos tras las pruebas proporcionadas por un iraquí que sobrevivió, dijo Anadolu. Estos habían pedido 1.500 dólares a cada migrante.