Un nuevo actor político se perfila de cara a la disputa electoral del 2019 con la expectativa de representar a los movimientos populares y a los sectores «más excluidos» en un frente único que se lanzará «antes del mundial de fútbol» que comenzará el 14 de junio en Rusia, en el estadio del club Ferrocarril Oeste, en el barrio porteño de Caballito.
Así lo anunció el titular de Unidad Popular, Víctor De Gennaro, que expresó «gran alegría y expectativa» por este frente que se presentará como una «alternativa» para todos los argentinos pero, fundamentalmente, «para los que hace décadas resisten en las calles las políticas de ajuste».
De Gennaro reconoció que todavía «no hay una fecha exacta para la presentación del frente, que tampoco tiene nombre», pero afirmó que el partido se lanzará «antes del mundial de fútbol» y que el lugar elegido es «la cancha de Ferro».
El dirigente adelantó que el frente estará integrado por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Cetep), conocidos como «los cayetanos» porque levantan la agenda social del Papa.
Completan la nómina de integrantes del frente el Partido del Trabajo y el Pueblo, Libres del Sur, Movimiento Evita, Izquierda Popular, Patria Grande y la mencionada Unidad Popular.
«La idea es que se vayan sumando más sectores» al frente electoral, dijo De Gennaro, que agregó que el objetivo es llegar a los comicios presidenciales de 2019 como «la expresión política de los excluidos», con candidatos para los cargos de presidente, gobernadores y legisladores nacionales.
Incluso, aspiran a conquistar a los jóvenes, «a los hijos del 2001» que, según el histórico referente de los estatales y fundador de la CTA, son los que «amanecieron con esperanza» y «hoy están en un debate fundamental» y al movimiento de mujeres, al que considera «la novedad política del momento».
Los movimientos sociales llevan al menos dos años discutiendo la construcción de una propuesta política para que «los sectores populares tengan una alternativa política electoral».
«Creemos que es necesario recuperar el Estado y administrarlo para el pueblo», dijo De Gennaro, y ponderó en este contexto la importancia de la unidad popular reflejada en un partido político.
«Que haya un espacio político que se anime a soñar que en la Argentina se puede ser feliz y se puede vivir democráticamente sin autoritarismos, que se puede soñar con un futuro distinto me parece que es una gran alegría» , consideró el dirigente desde su local partidario de la avenida Entre Ríos 902.
En cuanto a la situación actual del país, el fundador de la CTA afirmó que «si se distribuyera la riqueza que hay en el país, las familias deberían ganar 80 mil pesos como mínimo» y lo contrapuso con los «23 mil que ganan en promedio» y el hecho de que «el 50 por ciento de los trabajadores perciben 13 mil pesos».
Para De Gennaro, más allá del aumento del dólar en los últimos días y el anuncio del inicio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina está inmersa en una «crisis moral y política».
No obstante, apuntó al Gobierno al sostener que el problema cambiario (por la suba del dólar) «es un negocio planificado» con el cual «se están haciendo millonarios» los grupos económicos, agroexportadores y financieros y, también, dijo, «los funcionarios».
«La crisis de la Argentina no es económica, es moral y política y para hacer un cambio hay que discutir desde una ética diferente solidaria, colectiva, no individualista que abra la posibilidad de una salida politica comunitaria», indicó el ex sindicalista que también hace docencia sobre la historia del movimiento obrero.
Específicamente, sobre el inicio de las negociaciones de Argentina con el FMI, sostuvo que «no es para resolver los problemas de los argentinos», sino «para financiar una nueva capitalización de ellos».
«Para resolver los problemas de los argentinos hay que cambiar la representación política y social», se quejó.
Al hablar sobre su trayectoria gremial, De Gennaro recordó que cumple «20 años sin ningún cargo en ATE y 12 en la CTA».
De su paso por la Cámara de Diputados (2011-2015), el dirigente al que sus compañeros lo llaman «el tano» se llevó la percepción de que «hay poco debate y más negocios» y la idea de que «hay que renovar los partidos políticos».
«Hay que recuperar y democratizar los espacios institucionales y para eso se necesitan las estructuras electorales y la construcción de un frente. Basta de votar más de lo mismo, de votar a los que no resolvieron la pobreza o a los que entran millonarios y se van más millonarios», concluyó.