Los carteles de pedido de Justicia se multiplicaron frente al Centro de Justicia Penal y la Fiscalia de Rosario, los familiares piden avances para encontrar a los criminales
El dolor los mantiene en pié. Aunque parezca una incongruencia, los familiares de las víctimas de la inseguridad y la violencia de Rosario realizaron una manifestación frente al Centro de Justicia Penal y la Fiscalía de la ciudad para alzar su voz, exigir justicia y seguir luchando para que los responsables paguen los crímenes cometidos. «La sensación que tenemos como ciudadano es que nadie nos cuida y estamos a la buena de Dios», dijo frente a CLG Leandro, hermano de Joaquín Pérez, el arquitecto asesinado en el barrio de Arroyito en octubre del 2021.
Leandro contó que tras más de 100 días desde el asesinato de su hermano no se detuvo a nadie a pesar de «tener pistas para encontrarlos fácilmente». Ante esto fue contundente: «No resuelven nada y después de Joaquín hubo muchos más que murieron en manos de criminales».
«En Rosario hay más muertes, más balaceras y cada vez se encuentra menos gente culpable por los crimines. ¡No sé que están esperando nuestros representantes del gobierno en sus tres poderes para actuar!», remarcó Pérez.
Vivir el día para la familia de Joaquín «es muy difícil»: «Dejaron una familia sin papá, sin sostén, una mujer sin compañero de vida, yo me quedé sin hermano y tantos amigos de él que están destrozados».
A pesar de eso, Leandro no se olvida de las otras víctimas y recalcó: «Hay un montón de rosarinos que ante y después están en la misma situación desde hace años».
«Lamentablemente no tenemos respuesta de la Justicia, es más, el fiscal (Adrian Spelta) que tenía que defendernos a nosotros hoy está desplazado de su cargo por sospecha de corrupción«, cerró el hermano de Joaquín Pérez.
Pegado a él se encontraba Indiana, la esposa del arquitecto víctima de la violencia, criticó el accionar de los fiscales y reveló: «Una de las balas se encontró al mes en el portón y porque el querellante pidió que se hiciera la reconstrucción nuevamente. Fiscalía no había encontrado la bala«.
«Está todo mal empezando que mi esposo se desangró 40 minutos en la puerta de mi casa, ya partiendo de la base el SIES no actuó como debería, la policía no nos permitió subirlo a una patrulla, todo el sistema está mal y cuando apelamos a la Justicia no hay respuesta», agregó con impotencia Indiana.
La mujer marcó que a días de cumplirse el cuarto mes de la muerte de Joaquín, la causa está en «foja cero» y eso es «doloroso y lamentable» ya que «no podemos empezar nuestro duelo como corresponde porque necesitamos a los asesinos presos».
Ver la gran manifestación para Indiana es sinónimo de «dolor, impotencia y es desolador»: «Nos estamos dando apoyo entre nosotros, no podemos venir a pedir que trabajen, en cualquier otro laburo si lo haces mal te desvinculan. Acá no y el fiscal que nos tocó, Adrian Spelta, está suspendido por corrupción ¿Qué podemos esperar si la Justicia que nos tiene que defender está suspendida por corrupción?».
Junto a ellos estaba Julieta De San Segundo, hermana de Ivan, un joven que en enero murió en la zona del Alto Rosario, y en sus primeras palabras fue contundente: «Estamos pidiendo que nos vean y escuchen».
«La vida sin Ivan es un dolor diario y nos mantiene en pie el hecho de pelear por él porque se merece descansar en paz. Hasta que no sepamos quién fue el responsable de su muerte no vamos a parar«, aseguró la hermana de la víctima.
El fiscal a cargo de la causa, Matías Ferlaza, quién hace más de un mes que no se comunica con la familia los convocó a una reunión para el próximo miércoles en donde explicará los avances de la misma. En la última comunicación dio los detalles de por qué dejaron libre al único detenido por la muerte de Ivan: «Nos dijo que no coincidía con lo que se veía en las cámaras de seguridad y bueno así que estamos como al inicio, con nada».
