el 48% de los chicos en Argentina son pobres. En este marco, CLG dialogó con Emilio Cardarelli, vicario general del Arzobispado de Rosario. Sobre la situación que está atravesando el país, Cardarelli comentó: “Evidentemente hay un combo, muy lamentable, como la inflación, la falta de trabajo, los menores ingresos en los hogares pobres que generan una situación bastante difícil». Y advirtió que a esta altura del año la situación se agrava porque «se vienen las fiestas y se siente más el reclamo de poder tener una mesa digna, por lo que eso siempre genera ciertas tentaciones». El informe de Unicef indica que en Argentina unos 6,3 millones de menores de 18 años carece de uno o más de los derechos básicos. Con respecto a esto, Cardarelli sostuvo «que hay situaciones que ameritan una atención urgente como lo es la niñez». Además agregó: «Las raciones que reciben los chicos no tienen los valores nutricionales necesarios para esa etapa de la vida». La Pastoral Social participa junto a organizaciones sociales de una mesa de encuentro por la emergencia social. Cardarelli comentó que en la misma «participa una gremialista que es docente y nos planteaba el dolor y la angustia que sienten los docentes, sobre todo en las escuelas de los barrios más carecientes de la ciudad, es una situación muy difícil». En tanto, sobre cómo debe actuar la dirigencia política para poder encontrar soluciones a esta situación, Cardarelli cree que se «requiere una madurez y grandeza de renunciar a intereses personales o sectoriales y pensar juntos en el bien de la patria, pensar juntos en los que menos tienen». Y agregó: «Hay una pobreza estructural en Argentina que en el período que llevamos de democracia no se ha podido bajar. Si ningún gobierno hasta ahora la pudo bajar, entonces será hora de sentarse a dialogar y buscar juntos alternativas para pensar en los que menos tienen, para pensar en los más postergados, para pensar en el futuro de la Argentina». De cara a las fiestas y el año que viene, Cardarelli augura que “nos sintamos todos muy motivados a la solidaridad, porque justamente Navidad es que Dios se hace solidario con nosotros y nos invita también a hacer solidarios entre nosotros. Por otra parte, la madurez de la dirigencia política para poder tener un diciembre en paz y que podamos tener una fundada esperanza de que el año que viene sea mejor». Y concluyó: «Que el año que viene sea feliz es nuestra responsabilidad, nos compromete a todos».]]>
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