Opinión

Monóxido de carbono: no se puede ver, no se puede oler, no se puede oír


Por la Dra. Silvia Cortese, médica toxicóloga (MN 68057), jefa Unidad Toxicología Clínica y Consumo Problemático de Sustancias. División Toxicología Hospital Fernández. Toximed Argentina.

El monóxido de carbono constituye una de las principales causas de muerte por intoxicación para todas las edades, en el mundo.

En este 2020, en el medio de una pandemia y encontrándonos en cuarentena, se sospecha que pueden aumentar los casos de intoxicación ya que permanecemos más tiempo en nuestras casas.

¿Cuáles son las fuentes de esta intoxicación?

Para que se produzca tiene que haber combustión incompleta de material orgánico, con producción del monóxido de carbono, por ejemplo el gas de red o garrafas, los braseros con carbón, las salamandras, las estufas a kerosene en un ambiente cerrado o mal ventilado, las emisiones de escape de los automóviles en los garaje cerrados, los grupos electrógenos, los incendios, entre otras fuentes.

El monóxido de carbono, es menos pesado (denso) que el aire, por lo que se acumula en las zonas altas. Es inodoro, incoloro y no irritante, por lo que pasa desapercibido para las personas expuestas. No se puede ver, no se puede oler no se puede oír.

Cada año mueren en Argentina aproximadamente 200 personas por intoxicaciones por monóxido de carbono. La mayoría de ellas son prevenibles y evitables.

Se estiman alrededor de 40.000 casos por año, se considera que esta cifra es mayor ya que muchos pacientes no consultan al sistema de salud y existe un marcado subdiagnóstico debido a lo inespecífico de la sintomatología.

¿Cuándo debemos sospecharla?

Se la conoce como una enfermedad simuladora al compartir signos y síntomas con otras enfermedades, el médico puede confundir el cuadro con gastroenteritis alimentaria, afecciones cardíacas o afecciones neurológicas.

Las manifestaciones clínicas van desde cefalea, mareos, náuseas, palpitaciones y debilidad, hasta desmayos, convulsiones, coma y muerte, pudiendo dejar daño neurológico y cardíaco como secuelas.

¿Cómo podemos prevenirla?

* Todos los años realizar, con un gasista matriculado, la revisión de los artefactos de gas que tengamos en el domicilio, como estufas, calefones, calderas o termotanques.

* No utilizar braseros en ambientes cerrados y de noche.

* Apagar aquellas estufas que no son de tiro balanceado, durante la noche.

* No utilizar hornallas o el horno para calefaccionar ambientes.

* No utilizar calefones en los baños.

* Siempre dejar una ventana abierta entre 5 y 10 cm.

* Cumplir con las especificaciones, respecto a rejillas de ventilación en los ambientes con artefactos de gas.

* Colocar detectores de monóxido.

¿Qué debemos hacer si sospechamos una intoxicación con monóxido?

* Ante la sospecha abrir puertas y ventanas, ventilar el ambiente.

* Salir del lugar a un espacio abierto.

* Si podemos movilizarnos por nuestros propios medios acercarnos al centro de salud más cercano.

* Si alguno de los expuestos presento desmayos o convulsiones llamar a la ambulancia del sistema de salud de su zona.

* Siempre ir a la consulta en el momento todos los expuestos a la intoxicación aunque no hayan tenido o hayan desaparecidos los síntomas.