Malena Rinaudo tiene como labor compañar a mujeres profesionales a definir su imagen estratégica para vender servicios o marcas que lideran
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias y CLG Noticias
Sin lugar a dudas, la moda es una herramienta que ha empoderado a la mujer a través del tiempo. La libertad al vestir es una conquista en la que el «género femenino poco a poco va ganando terreno». Así lo sostiene Malena Rinaudo, quien además de estar adentrada en el área por su trabajo, traslada esta concepción a su cotidianeidad, reflejada en su impronta y estilo personal que la diferencia del resto.
Emprendedora, talentosa, curiosa y visionaria; fue transitando un camino que la llevó a convertirse en una reconocida asesora de imagen de la ciudad. Su tarea consiste en acompañar a mujeres profesionales a definir su imagen estratégica para vender servicios o marcas que lideran. Asimismo, es productora de imagen y contenido audiovisual para mujeres líderes de negocios digitales.
Lejos de limitar a sus clientas, su rol apunta a ser «guía para potenciarlas e impulsarlas al cambio; una aliada para encontrar virtudes que están escondidas y lograr explotarlas».
Sus inicios
Rinaudo se formó en Relaciones Públicas y Comunicación Social en la UNR. Paralelamente, abrió una tienda de ropa junto a su familia y creó su propia marca llamada «Reptilia», inspirada en la «posibilidad femenina de cambiar de piel».
«Primero compraba y revendía ropa, después empecé a comprarle a diseñadoras locales hasta que un día dije esto está bueno, puedo hacerlo yo, debe ser fácil. Y no, no fue nada fácil; pero me sumergí en ese camino y comencé a aprender con las modistas, yo digo que son las hadas madrinas del proceso del diseño, todo lo saben y lo vuelven realidad», contó.
Y continuó: «Empecé a producir mi marca con diseños personalizados y a medida. Ahora respondemos con Reptilia a necesidades específicas de las mujeres, que sea por el talle o por el antojo, que tiene que ver con esto del deseo de expresión particular; muchas veces no encuentran en las tiendas tradicionales la ropa que quieren vestir y la idea de la marca es volver realidad esos deseos».
Según relató, dentro de esa experiencia de diseñar, inició su formación en asesoría de imagen para potenciar dicha faceta y la gente que la conocía del ámbito académico y profesional empezaron a pedirle trabajos de asesoría.
«Es un rol que me encanta porque puedo mezclar esa creatividad que venía gestando en el mundo de la moda con Reptilia y las producciones , y aplicarla a la expresión en las imágenes de marca de las mujeres que acompaño, donde aparece el nexo con la comunicación, que es la base de mi formación», señaló al comentar que su objetivo es que las profesionales y sus marcas puedan expresar una «imagen distinta que las destaque y las diferencie dentro del ecosistema en el que están inmersas»
Empoderarse al vestir
La especialista sostuvo que el empoderamiento a través del vestir «es una libertad, un proceso de victoria y de ganancia» que estamos conquistando las mujeres: «Trabajo con mis clientas para que puedan definir cuales son las prendas que le dan fuerza, en el sentido del peso y la estructura corporal».
En la misma línea, manifestó: «Hay un ejercicio que me resulta muy útil y tiene que ver con vestir a las palabras. Si digo que me quiero ver cómoda, sexy, fresca tengo que pensar con qué prendas lo hago. Elegir lo que permita expresar hacia afuera lo que quiero que vean de mí y, al mismo tiempo, refleje lo que siento en mi interior. Es un camino de doble vida el tema de la imagen».
En este sentido, destacó que este proceso de definición deben tenerse en cuenta algunos aspectos tales como los colores y las texturas: «El poder identificar dentro de tu estilo personal los colores que más te energizan es primordial, son una gran faceta que otorgan mucho poder porque además de setear la impronta, permite además, marcar épocas dentro de la propia vida».
Y añadió: «Las texturas también son imprescindibles. no es lo mismo una transparencia, un encaje, engomado, cuero, textura fluor, seda, algodón lycra, gamuza o jean. Cada una de ellas nos habla distintos lenguajes, distintas sensaciones y es importante hacer un viaje de búsqueda de las que te representan en ese momento particular de la vida «.
En tanto, sugirió observar dentro del género, de la tela y de la moldería de la prenda «la estructura que ésta me provee para proyectar mi cuerpo con otra fuerza», recomendó mirarse al espejo para reconocer la forma de belleza que se busca y remarcó la importancia de salir de la cotidianeidad.
Limitaciones para expresarse con la ropa
Rinaudo sostuvo que la mujer de hoy tiene muchas posibilidades de mutar el estilo personal tanto en «el día como a lo largo de la vida». Sin embargo, remarcó que existen ciertas restricciones que limitan la posibilidad de «expresar lo que sentimos a la hora de vestirnos», tales como la versatilidad y los talles.
«Hay como una trampa cuando se habla de versatilidad en el vestir. Muchas mujeres me dicen que no saben cómo diferenciar la ropa del día con la de una ocasión especial como una salida con amigas, un cumpleaños o una fiesta de noche. De repente tienen la misma ropa para el día que para la noche»
Y continuó: «Obvio que nos podemos poner lo mismo pero la mujer desea poder disfrutar de su cuerpo, de su sensualidad y poder de atracción; y muchas veces no consiguen la indumentaria que pretenden, ni hablar con la problemática de los talles». Según señaló, la dinámica de los talles y la del atrevimiento de la mujer son cuestiones que la limitan a expresarse y disfrutar su cuerpo.
«Como mujeres es poderoso que podamos seguir impulsándonos a eso. Creo que ese es mi mayor desafío con mis clientas. Esto de animarnos a disfrutarnos, dejando atrás la idea de que hay que tener un cuerpo ideal para determinada prenda o las limitaciones por la edad”, cerró.