Espectáculos

Misterix, el regreso de la historieta con la que deliraban nuestros padres y abuelos


La revista Fierro recuperó en su web muchos originales de esta tira icónica de la edad dorada de la historieta argentina

Misterix fue un fenómeno de masas allá por los años 50: un científico británico que mutaba a superhéroe gracias a un traje que lo volvía prácticamente invencible.

El sentido de su vida era el combate contra unos malos-malísimos que se parecían bastante a los nazis (claro, acababa de terminar la Segunda Guerra) y para ello contaba con la inestimable ayuda de Quirón, su compinche alienígena, una especie de Robin, pero del espacio exterior. Tenía, además, una esposa encantadora llamada Jolly, muy comprensiva con los imprevisibles horarios de los defensores del orden universal.

La historieta la crearon los italianos Garnier y Campani, pero fue acá donde realmente la rompió, de la mano del guionista Alberto Ongaro y Eugenio Zoppi, un dibujante exquisito que le puso imágenes al primer guión de Héctor G. Oesterhled, quien, años más tarde, iba a convertirse en el padre de El Eternauta. Hasta ahora, Misterix era para mí los relatos de mi abuelo y un álbum amarillento y desgajado que conservaba en su casa. Pero la revista Fierro hace poco recuperó muchos de sus originales y los publicó en su web.