El Mundial Qatar 2022 que comenzará este domingo será controlado por un dispositivo de seguridad de 50.000 agentes, en parte provistos por fuerzas especiales de países extranjeros, y un centro de videovigilancia que concentrará las imágenes de las 15.000 cámaras desplegadas en los ocho estadios de la competencia.
«Nuestra prioridad es garantizar que los visitantes experimenten un entorno seguro y protegido. Hemos realizado un extenso programa de capacitación en seguridad que brindará un torneo seguro y exitoso. Qatar estableció numerosos acuerdos con las principales fuerzas de seguridad internacionales que ayudaron a compartir información y mejores prácticas», contó a Télam el secretario general del Comité Supremo, Hassan Al Thawadi.
El emirato organizador de la Copa del Mundo, cuya población estable es de 2,8 millones de habitantes, asume el desafío de reunir durante 29 días de fútbol a más de 1,5 millones de visitantes de todo el planeta.
Frente a ese escenario, una de las mayores preocupaciones de las autoridades locales consiste en la convivencia de los fanáticos en los espacios públicos de Doha, donde las fuerzas de seguridad tendrán la misión de hacer cumplir las normas de la cultura árabe.
Unidades especiales antidisturbios procedentes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Corea del Sur prestarán sus servicios para que el Mundial transcurra en paz.
«Organizaciones como Interpol, el Ministerio del Interior del Reino Unido, el FBI, la Gendarmería francesa están ayudando a garantizar que estemos listos para el torneo. Contamos con la seguridad necesaria para mantener a los fanáticos a resguardo», garantizó Al Thawadi.
«Hemos adquirido experiencia práctica en cada megaevento deportivo que organizamos desde que obtuvimos el derecho de sede en 2010. Integramos equipos de seguridad de muchas Copas Mundiales, Eurocopas, Ligas de Campeones y Copa América. Todo ayudó a desarrollar nuestro propio enfoque de seguridad y capacitar a nuestro personal».
El Punto Nacional de Información de Fútbol de Qatar (Qnfip) centralizó los informes presentados por los diferentes gobiernos sobre antecedentes de vandalismo en el fútbol, violencia, amenazas e individuos con prontuario.
El Ministerio de Seguridad de la Argentina aportó esta última semana un listado de 6.000 personas, la mitad de ellas identificadas como barras, sobre los que pesa el derecho de admisión en los estadios, quienes a su vez tendrán el acceso prohibido al país del Golfo.
El coronel Jabr Hammoud Jabr Al Nuaimi, portavoz del Ministerio del Interior qatarí, indicó que más de 50.000 agentes recibieron formación para brindar seguridad en la Copa del Mundo de la FIFA.
Dentro de ese vasto cuerpo se encuentra una de las policías más dura del mundo, la unidad de operaciones especiales turca conocida como Polis-Ozel-Harekat, que envió 3.000 hombres a Medio Oriente.
Su tarea será la de vigilar que no haya atentados terroristas en los ocho estadios del Mundial ni en las inmediaciones deportivas, como tampoco en los hoteles que alojarán a los 32 seleccionados y los aficionados.
Paralelamente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) firmó un acuerdo de «estrecha cooperación» para proveer entrenamiento contra «amenazas planteadas por materiales químicos, biológicos, radiológicos y nucleares».
Los estadios que funcionarán desde el 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre, días de apertura y cierre de la competencia, cuentan con 15.000 cámaras de reconocimiento facial que remitirán sus filmaciones al centro de operaciones ubicado en el predio del estadio Khalifa Internacional.
«La idea de conectar todos los estadios fue posible por la naturaleza compacta de este Mundial», contó el responsable de la unidad de monitoreo, Niyas Abdulrahiman, a propósito del radio estrecho que contiene a todos los escenarios de la competencia.
«Esto nos permite tener ojos, oídos y presencia en todos los estadios a la vez. Podemos ver el conjunto de las 15.000 cámaras repartidas en los ocho estadios y hacer la vigilancia desde aquí. Recibimos muchos datos y vamos a utilizarlos al máximo», se comprometió .
Ante cualquier episodio que perturbe el ambiente de un estadio del Mundial, las alarmas se activarán en el enorme panel de monitores como inicio del protocolo de actuación por parte de los operadores.
Los vigiladores puede en ese caso emitir órdenes para controlar la situación, decidir la evacuación de los recintos, formar un cordón policial sobre el perímetro para impedir el ingreso de más personas y poner al resto de los estadios del Mundial en estado de alerta.
Todo el procedimiento de seguridad de la Copa del Mundo fue puesto en práctica con el ejericio Watan 2022 llevado a cabo del 24 al 27 de octubre pasado, mediante el cual, los cuerpos militares y civiles intervinentes implementaron un plan de despliegue bajo la supervisión del coronel Mubarak Sherida Al Kaabi.