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Militares patrullan la mayor ciudad de Australia para controlar el confinamiento por coronavirus


Cerca de 300 soldados desarmados y bajo las órdenes de la policía fueron desplegados en la mayor ciudad del país y de Oceanía después de que así lo pidiera la policía del estado de Nuevas Gales del Sur

 

El Ejército de Australia comenzó a patrullar hoy las calles de Sydney para vigilar el confinamiento, mientras la tercera ciudad del país, Brisbane, refuerza el cumplimiento del suyo en medio de un rebrote del coronavirus provocado por la variante Delta, que es altamente contagiosa.

Cerca de 300 soldados desarmados y bajo las órdenes de la policía fueron desplegados en la mayor ciudad del país y de Oceanía después de que así lo pidiera la policía del estado de Nuevas Gales del Sur, del cual Sydney es capital, como medida para reforzar las restricciones contra el coronavirus, informó la agencia de noticias AFP.

Australia atraviesa un ciclo de confinamientos en varias ciudades tras la aparición de la variante Delta y es probable que estas restricciones persistan hasta que la tasa de vacunación en el país sea mucho mayor.

Las autoridades luchan para contener la propagación de la variante en Sydney, y para hacer respetar las reglas entre los habitantes, en un momento en el que el país registró más de 3.600 casos desde mediados de junio.

La policía afirmó no disponer del personal suficiente para hacer cumplir el confinamiento.

El Ejército ayudará a la policía a distribuir paquetes de comida, a llevar a cabo «asistencia puerta a puerta» y a comprobar que las personas cumplen con el aislamiento individual.

Los más de 5 millones de personas que viven en Sydney y en los alrededores entran en su sexta semana de confinamiento, previsto hasta final de agosto.

Las personas solo pueden abandonar sus casas para hacer ejercicio, trabajos esenciales, razones médicas, y para comprar artículos básicos como comida.

La medida desata malestar y la policía tiene cada vez más trabajo multando a aquellos que violan las restricciones.

En Brisbane, capital del estado de Queensland, y en varias regiones aledañas, millones de habitantes seguirán confinados hasta el domingo tras un brote detectado en un colegio de la ciudad que dejó 29 casos.

Se espera que este confinamiento se levante mañana.

A pesar de que cerca del 15% de los 25 millones de habitantes de Australia recibieron la pauta completa de la vacuna, las autoridades confían en que los confinamientos ayuden a reducir la propagación del virus.

El primer ministro, Scott Morrison, presentó una larga serie de restricciones con el objetivo de tener un 80% de la población elegible a la vacunación completamente vacunada antes de abrir las fronteras y levantar los confinamientos.

Australia registró más de 34.000 casos y 925 muertos desde el inicio de la pandemia.