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Miles de personas pidieron y agradecieron a San Expedito, «el santo de las causas justas»


Miles de personas se acercaron desde la medianoche a la Parroquia Nuestra Señora de Balvanera, donde se encuentra el Santuario de San Expedito, a pedirle y agradecerle al «santo de las causas justas y urgentes» cuyo día se celebra cada 19 de abril, este año bajo el lema «amar con obras». 

«Desde la medianoche y hasta las 24 estamos recibiendo a los devotos, este año con el lema ‘amar con obras como San Expedito’, lo que significa tener gestos concretos de cercanía a los que más sufren», indicó a Télam Walter Marchetti, el cura párroco del santuario ubicado sobre la calle Mitre al 2400 en plena zona de Once. 

El sacerdote indicó que «los 19 de cada mes pasan unas 40 mil personas, y los 19 de abril, que es la fecha de la celebración anual, tenemos entre 80 y 100 mil, pero es muy difícil dar una cifra exacta». 

Y advirtió que según su percepción esa cantidad se mantiene estable: «El devoto de San Expedito viene más allá de la situación coyuntural, él dice ‘yo vengo porque el santo me cumplió’, entonces quien sintió y siente esa bendición se acerca y eso trasciende». 

En un comunicado difundido por la Parroquia, Marchetti afirmó que «hay mucho dolor y pobreza entre nosotros. Hermanos y hermanas enfermos, tristes, angustiados, despreciados, despojados de sus derechos, abandonados por la sociedad, silenciados por poderes que los aplastan y, cientos de modos más que hacen que a la pobreza se sume el dolor de estar solos y sin ayuda». 

Susana Rodríguez, una vecina del barrio de San Cristóbal que hoy cumple 72 años, contó emocionada que viene todos los 19 desde «hace varios años. Hace dos años, cuando nació, mi nieta tuvo un problema cardíaco. Yo siempre vine a pedir salud para mi familia pero en ese momento mucho más. Mi nieta fue operada y salió muy bien». 

La mujer, que camina con un bastón y bastante dificultad ayudada por uno de sus hijos, aseguró que «desde entonces además de pedir paz y trabajo para mi familia le agradezco siempre al santo por haber salvado a mi nieta». 

A las 0 se abrieron las puertas del Santuario con la primera Misa de la celebración. El cronograma continuó durante todo el día con homilías que se repitieron a las 6, 7.30, 9, 10.30 y seguirá a las 15.30,19.30 y 21. Para la misa central, la de las 14 fue convocado monseñor Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires. 

Sobre la calle Mitre, el tránsito estuvo cortado todo el día entre las calles Pasteur y Larrea, donde se instalaron puestos con productos de santería: velas, estampitas, medallas, rosarios, etc. 

Para ingresar al templo la cola estuvo situada sobre la calle Azcuénaga (también cortada al tránsito), y si bien había mucha gente, a media mañana la demora no era tan prolongada, según los visitantes que iban saliendo. 

En la esquina de Mitre y Azcuénaga se celebraron las misas al aire libre en simultáneo con las que se hicieron dentro del templo, para que todos los feligreses pudieran irse con sus bendiciones. 

«Lo que más pide la gente hoy es estabilidad, vivimos en una sociedad donde las personas están muy irritadas, entonces uno nota que las personas piden más paciencia, paz, no tanto desborde», aseguró el párroco. 

Sin embargo, muchos de los que se acercaron pidieron específicamente trabajo, como Zulma Bolívar, una joven salteña de 28 años que reside en Valentín Alsina desde hace más de una década y que hace un año se encuentra sin trabajo. 

«Llegué justo a la misa de las 9, vengo seguido a pedir y agradecer al Santo. Hoy de hecho no me acordaba que era el día de la celebración anual y fue una alegría llegar y encontrar tanta gente. Ojalá me ayude a conseguir un empleo», dijo Zulma. 

Por su parte, Leo (49 años), uno de los puesteros, si bien no es devoto del santo asegura que «no me vendría mal un laburo»: «Hace seis años que ponemos el puesto los 10, los 19 y en las fiestas patronales, estamos acá desde las 6 de la tarde de ayer y hasta la medianoche porque es el día que más vendemos», describió. 

Según su percepción «cada año viene menos gente, a pesar de la falta de trabajo, las personas se alejan cada vez más, y creo que en parte también es por el tema abusos que está saliendo a la luz». 

«Lo que más se venden son las velas, que salen 5 pesos; hay también pulseras a 25 pesos y rosarios a 50 pesos, pero la gente no tiene plata», aseguró Leo. 

Las últimas actividades de la celebración están previstas para las 17, con la procesión por el barrio de la imagen del santo, y a las 18 con la adoración de la eucaristía dentro del templo.