Militantes de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles continuaron durante la madrugada cercándose a la zona de Recoleta para demostrar su apoyo a la dirigente peronista
Militantes de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles continuaron durante la madrugada del viernes manifestándose en la puerta de la casa de la vicepresidenta Cristina Kirchner, luego de que fuera atacada por un hombre que intentó gatillar un arma a centímetros de su cabeza mientras la expresidenta se acercaba a saludar a quienes se encontraban en la zona.
En el marco del undécimo día consecutivo de la vigilia frente al domicilio de la vicepresidenta, en el barrio porteño de Recoleta, un individuo, identificado por la Policía Federal como Fernando André Sabag Montiel, de 35 años y nacionalidad brasileña, intentó gatillar un arma que no llegó a disparar a centímetros de la cabeza de Fernández de Kirchner y fue detenido tras la intervención de los custodios de la expresidenta.
La pistola utilizada en el ataque fue hallada a metros de lugar y retenida para pericias, y el intento de atentado quedó captado en imágenes tomadas por la Televisión Pública en las inmediaciones del domicilio de la exmandataria, mientras el agresor fue detenido por la Policía Federal.
Pasada la medianoche, militantes afines a la titular del Senado continuaban acercándose a la zona de Recoleta para demostrar su apoyo a la dirigente peronista, mientras representantes de todo el arco político manifestaron su solidaridad en redes sociales.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se acercó pasada la medianoche a la residencia de Fernández de Kirchner para acompañarla, y representantes del peronismo, como Ofelia Fernández, se acercaron a acompañar con la militancia.
Momentos antes de que terminara el jueves, el presidente Alberto Fernández convocó «a todos y a cada uno de los argentinos y argentinas, a toda la dirigencia política y social, a los medios de comunicación y a la sociedad en general, a rechazar cualquier forma de violencia», y declaró -a través de una cadena nacional– este viernes feriado nacional, «para que, en paz y armonía, el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, de la democracia y en solidaridad con nuestra vicepresidenta».
El recorrido de Cristina antes del atentado
La expresidenta salió este jueves a mediodía de su casa, minutos antes de las 12, saludó a sus seguidores, recibió un ramo de flores, se sacó fotos y firmó su libro «Sinceramente» a los militantes que permanecen en su domicilio haciendo una vigilia.
Por la noche, cerca de las 21, regresó a la esquina de Juncal y Uruguay, luego de una sesión caliente en el Senado, la primera tras el alegato público que efectuó la fiscalía la semana pasada en relación con el juicio conocido como Vialidad.
Como se volvió habitual en los últimos días, la vicepresidenta se bajó del auto, saludó, estrechó las manos de quienes aguardaban su llegada y cantaban «Cristina corazón».
También firmó ejemplares de su libro «Sinceramente», preguntando los nombres de sus dueños para personalizar el saludo, mientras los manifestantes la filmaban con sus celulares, y durante esta ronda de saludos se produjo el intento de disparo a la vicepresidenta, que fue rápidamente disminuído por su personal de seguridad personal.
Por su parte, la titular del Senado continuó con el recorrido de saludos, y realizó el ya clásico saludo general desde arriba del auto, donde también se tocó el pecho en el área del corazón, en señal de afecto.
Vigilia y documento entre Nación y Ciudad
La vigilia de los manifestantes kirchneristas comenzó el lunes 22 de este mes, luego que el fiscal Diego Luciani solicitara en el alegato que formuló en el juicio de la obra púbica en Santa Cruz una condena de 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos para la Vicepresidenta.
El ministro de Seguridad Aníbal Fernández, su par porteño Marcelo D’Alessandro y el jefe de Gabinete de la Ciudad Felipe Miguel acordaron este jueves ante el Ministerio Público Fiscal de la capital que las manifestaciones a realizarse frente al domicilio de la vicepresidenta se realicen «procurando ocasionar la menor afectación posible a los vecinos de la zona».
El documento consigna que «no se realizarán acampes, ni ferias, ni se emplearán fuegos artificiales ni se permitirá la instalación de parrillas», y «se impedirá la realización de batucadas y cortes de calle».