Varios miles de personas desfilaron este sábado por la tarde en Roma en protesta contra la política mucho más restrictiva para con los migrantes impuesta por el nuevo gobierno populista italiano.
«Los últimos dos años se criminalizó primero a los que rescataron a miles de vidas en el mar», las ONG humanitarias con sus buques cerca de las costas libias, «para luego cerrar los puertos a los barcos cargados de náufragos», denunció el grupo de organizaciones Proyecto Derechos, formada por abogados y asociaciones de defensa de los derechos humanos.
«Ahora, con el decreto Salvini, se anuló la protección humanitaria, echando a la clandestinidad a una interminable multitud de personas», agregó el grupo en un comunicado.
El ministro del Interior y viceprimer ministro, Matteo Salvini, líder de la Liga (extrema derecha), hizo adoptar un decreto-ley cuya principal medida es abolir las estadías humanitarias acordadas hasta ahora a las personas vulnerables, familias o mujeres solas con niños.
«La medida de seguridad evocada por el ministro del Interior sólo aumentará la cantidad de personas sin documentos en el territorio y eso provocará clandestinidad», declaró a la AFP uno de los manifestantes, el marfileño Koné Brahima de la Coalición Internacional de Indocumentados y Migrantes.
«Estamos en contra, queremos una regularización para todos, una vivienda para todos y queremos trabajo», agregó.
Este decreto, con todas las medidas que contiene, «orienta el resentimiento de las capas sociales empobrecidas por la crisis y las desigualdades hacia la intolerancia, la xenofobia y el racismo», denuncian las asociaciones.
Desde 2008, más de 120.000 migrantes obtuvieron un permiso de estadía humanitario, válido por dos años y renovable.
Los últimos años y hasta agosto, las comisiones de asilo acordaron permisos humanitarios en promedio a 25% de los solicitantes. Tras las consignas de firmeza de Salvini, anticiparon el fin de los permisos humanitarios, que en septiembre fueron de 17%, en octubre de 13% y en noviembre de 5%.