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Decenas de detenidos

Nuevos incidentes en la protesta de los «chalecos amarillos»


Los «chalecos amarillos» salieron este sábado a las calles francesas por novena semana consecutiva al grito de «Macrón dimisión». El gobierno francés realizó un gran operativo policial para evitar grandes disturbios.

Las autoridades francesas desplegaron alrededor de 80.000 policías en todo el país, de los cuales 5.000 fueron destinadas a la capital francesa, París. Esto se debe ante el aumento del número de manifestantes previsto para esta jornada en comparación con la movilización anterior.

Cerca de las 14.30 (10.30 de Argentina), centenares de manifestantes intentaron derribar las vallas en la avenida Friedland, que va de la plaza Etoile al Arco del Triunfo y fueron reprimidos por la policía con gases lacrimógenos y cañones de agua, en las inmediaciones del Arco del Triunfo.

A la misma hora, en Bourges la policía comenzó a reprimir a los manifestantes que habían incendiado parte del mobiliario urbano de esa ciudad de menos de 70.000 habitantes.

Hasta el momento, 53 personas fueron detenidas en París, casi todas por portar armas blancas, informó la agencia de noticias EFE.

La avenida de los Campos Eliseos, que ha sido escenario de todas las manifestaciones de los «chalecos amarillos», amaneció cortada por una valla para contener a los manifestantes que, a diferencia de convocatorias anteriores no se presentaron masivamente en la zona. Pero sí lo hicieron en la zona de Bercy, frente al Ministerio de Economía y Finanzas, donde los policías antidisturbios formaron un cordón y se han puesto a revisar los bolsos de todas las personas que quieren acceder al lugar.

El secretario de Estado del ministerio del Interior, Laurent Nunez, prometió «tolerancia cero» con los disturbios: «Si hay desbordamientos, le daremos una respuesta extremadamente firme», aseguró el funcionario en un mensaje en Twitter.

La protesta se produce horas después de unas polémicas declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, quien anoche lamentó que «demasiados franceses» carecen del «sentido del esfuerzo», lo que impide que el país recupere su fuerza y su cohesión.

 

El primer ministro, Édouard Philippe, anunció el lunes pasado, después de los disturbios del sábado, que el Gobierno legislará para sancionar a los participantes en manifestaciones no declaradas y para crear un registro de agitadores, de forma que se les pueda impedir su presencia en las protestas