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Miguel Ángel Russo y su cuarentena en Rosario: «Estoy donde quiero estar»


El entrenador campeón con Boca expuso su amor por la ciudad en una extensa charla con el diario La Capital. También proyectó la vuelta del fútbol, aunque afirmó: "No hay nada más importante que la salud de los argentinos”

Aunque tiene vasta experiencia en el fútbol, evita los discursos complejos y responde a las preguntas de la prensa con pragmatismo, el mismo que pregona para los equipos que dirige. El entrenador del Boca campeón, Miguel Ángel Russo, mostró su amor por Rosario en una extensa charla con el periodista Sergio Faletto para el diario La Capital. «Saben que es la ciudad que elegí para vivir porque tengo muchos amigos. Estoy donde quiero estar», indicó el DT, mientras transita la cuarenta en barrio Alberdi. Además, habló de su regreso al club de la Ribera, el título conseguido y cómo imagina el retorno a la actividad.

 

La entrevista completa

 

– ¿Cómo se vive desde adentro del ámbito del fútbol un hecho tan excepcional como una pandemia?

– Con paciencia, obedeciendo a las indicaciones médicas y fundamentalmente disfrutando los momentos compartidos con la familia, algo que no es habitual para quienes habitamos el mundo del fútbol profesional. Estamos en una situación inédita y es lógico que haya incertidumbre, pero hay que cumplir al pie de la letra las medidas que dictó el gobierno, porque no hay nada más importante que la salud, y de eso sí puedo hablar porque mi vida así me lo enseñó. Así que el fútbol volverá cuando corresponda, hay otras prioridades.

– ¿Tenés miedo?

– No, miedo no, pero sí respeto. Hablo permanentemente con amigos del fútbol que viven en España e Italia y la verdad que los escucho con mucha angustia que te fortalece la convicción de que hay que quedarse en casa. Porque este virus produce muchas muertes, y aunque aquí la situación es distinta porque la magnitud de lo que sucede en Europa es considerablemente más grave, lo que ellos me dicen sobre lo que están sufriendo te consolida el gran respeto que hay que tenerle a la pandemia, por eso hay que cumplir con lo que nos dicen los médicos.

– ¿Desde lo futbolístico qué te preocupa más: cuándo se vuelve o cómo se vuelve?

– En realidad no me preocupa porque estamos todos iguales con el aislamiento. Es cierto que en Boca nos encontró en un momento muy bueno, en cuanto a la forma de jugar y al desarrollo del estilo. El cuándo se vuelve lo determinará el gobierno en diálogo con los dirigentes, y el cómo no tengo dudas que será de cero nuevamente, con el tiempo suficiente para la preparación de los equipos. Creo sí que la Libertadores se disputará en el segundo semestre y allí tendremos un calendario apretado de partidos.

-¿Entonces prevés que los equipos tendrán que organizar pretemporada?

– Sí será necesario una etapa de preparación, pero como estamos en un nuevo escenario, no veo viable la concreción de las pretemporadas tradicionales porque eso supone semanas compartiendo un mismo espacio. Pero ya es ingresar en el terreno de la suposición, porque una cosa va concatenada con la otra. De lo que sí estoy seguro es que en el caso de Boca daré cada paso de acuerdo a lo que indiquen los médicos del club, respetando a rajatabla el protocolo que establezcan.

– Los jugadores cumplen rutinas individuales durante el aislamiento y los cuerpos técnicos supervisan esas tareas. ¿Qué es lo que pretendés de tus futbolistas durante esta etapa de cuarentena?

– Ahora más que progresar hay que mantenerse. Porque es un error creer que después de tres semanas de ensayo colectivo voy a arrancar como terminé jugando. El reinicio será igual que todo arranque después de un tiempo de inactividad. Va a costar, por eso el mantenimiento físico y tratar de mantener equilibrado el estado anímico de todo el plantel es fundamental.

– Entre la seguidilla de partidos y la pandemia prácticamente no te dejaron disfrutar del título.

– No te creas, lo disfruté. Y lo disfruté mucho porque fue todo muy intenso. Fue un torneo de siete fechas muy duro, sin margen de error por ser algo tan corto. Y tan raro, porque eso sí, un torneo de siete fechas sólo sucede acá, no existe en el resto del mundo. Pero lo disfrute porque la apuesta era grande ya que no es fácil ganar con tanta presión, por eso destaco el gran mérito de los jugadores que supieron adaptarse rápidamente a las circunstancias, y lo resolvieron con juego, alcanzando un nivel alto y eficaz. Boca salió campeón con mucho carácter y juego, una mixtura que no es fácil de conseguir.

– ¿Dónde estuvo la clave inicial para el rotundo cambio futbolístico que hizo Boca en tan poco tiempo?

– En la gente de fútbol. Gente de fútbol que además es del club y lo conoce muy bien. Desde la importancia decisiva de Román (Riquelme), quien me convocó, más el Chelo (Delgado), el Patrón (Bermúdez), Cascini y los muchachos que trabajan en la formación en las inferiores. Con la gente de fútbol todo es más rápido y sencillo, porque conocen el club, los medios, las formas, la idiosincrasia.

– Insistís con que Boca cambió porque hay gente de fútbol que sólo habla de fútbol. Alguna vez dijiste que Central encontraría el cambio necesario cuando se hable de fútbol y no tanto de política. ¿Cómo lo ves ahora?

– Te respondo en general y no en particular. Creo que el fútbol va camino a esa necesaria transformación. Riquelme en Boca, Verón en Estudiantes, Zanetti en Italia, Rummenigge en Alemania, entre tantos otros, forman parte de ese cambio, en el que los exjugadores se van perfeccionando para nuevos roles. Se capacitan para desarrollar políticas deportivas desde su conocimiento de base, porque los que jugamos y/o dirigimos no necesitamos que nos expliquen qué es el fútbol, ya lo sabemos.

– Hay una característica en tu carrera en la que no se puso mucho énfasis pero que marcó desempeños y conquistas: explotaste las cualidades de grandes jugadores en su última etapa. A Palma en Central retrasando su función unos metros, a Riquelme rodeándolo en el Boca del 2007, ahora con Tevez insertando su rol en un esquema para que vuelva a ser decisivo. ¿Le preguntás cómo querés jugar o cómo te querés retirar?

– También me pasó con Víctor Hugo Castañeda en Chile, o Gambier en Lanús, entre otros. Pero más que mérito mío es virtud de ellos, porque uno los ayuda a potenciar sus grandes condiciones, pero son ellos los que tienen la inteligencia para comprender y adaptarse. En el caso de Tevez, que es el más reciente, fue él quien hizo la mayor parte porque puso todo de sí mismo. Una persona muy inteligente al que hay que proveerlo de los minutos necesarios en cancha, y como Boca juega fuerte por las bandas, sin dudas que esa forma a él también lo ayudó a ensamblar su capacidad indiscutible. Siempre digo que en el fútbol no hay una sola forma, y el gran mérito de Boca fue haber encontrado las asociaciones dentro del campo de manera rápida. Buffarini-Salvio, Fabbra-Villa, Campuzano-Pol Fernández, Tevez-Soldano, Alonso-Izquierdoz, como así cuando ingresan Bebelo, Marcone, Obando, Wanchope y todo el resto de los muchachos.

– Muchos no comprendieron cómo no seguiste en Boca en 2007 tras ganar la Libertadores. ¿Este regreso con título incluido a los pocos meses es un sueño cumplido?

– Era un deseo pero no lo vivía como algo traumático, porque si se daba bien, pero en caso de que no se hubiese producido no lo tomaba como una frustración. La vida y el fútbol te presentan escenarios impensados, algunos muy difíciles y otros muy gratos, y en ese recorrido Dios sin dudas ha sido muy generoso conmigo. Por supuesto que tiene un gusto especial haber vuelto a Boca y es muy importante para mí, más aún luego de haber ganado el título. Volver a un club como Boca, uno de los más grandes del mundo, tiene una significación especial, más cuando uno también está con esa experiencia que te facilita disfrutar más de las cosas.

– La cuarentena te agarró en Rosario o en Buenos Aires.

– Antes de que se declare nos vinimos con Mónica a Rosario porque estoy contento acá. Se sabe que Rosario es una ciudad en la que elegí vivir porque me gusta, la quiero, tengo muchos amigos, mucha gente que me hace sentir muy cómodo acá, los canallas fundamentalmente. Disfruto mucho de vivir en un barrio, más en uno tan lindo como Alberdi, en el que Cañita elige y me trae los mejores pescados, Marcelo trae la carne excelente, el verdulero también. Estoy donde elegí estar.