Miles de personas, principalmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, se volcaron nuevamente a la frontera con la esperanza de cruzar y solicitar asilo, alegando la pobreza y la violencia que sufren en sus países de origen
Los gobiernos de México y Guatemala lanzaron un operativo conjunto en la frontera común con militares y policías para frenar las caravanas de migrantes que aspiran a llegar a Estados Unidos, en medio de una crisis migratoria que se profundiza cada vez más, informaron hoy fuentes oficiales.
«Las redes criminales de traficantes de personas les han vendido (a los migrantes) la ilusión de llegar a la frontera con los Estados Unidos sin riesgos», dijo el titular del Instituto Nacional de Migración mexicano (INM), Francisco Garduño.
«Es por ello que reforzaremos nuestra presencia en este estado fronterizo (Chiapas) a fin de evitar que niños, niñas y adolescentes sean utilizados como pasaporte para llegar a la frontera», añadió el funcionario mexicano, citado por la agencia AFP.
Garduño señaló que los operativos de vigilancia permanecerán las 24 horas en la totalidad de la frontera sur de México, así como en rutas, trenes de carga y caminos, para «mantener un flujo migratorio regular, además de las medidas sanitarias por Covid-19».
Con el representante de migración del gobierno de #Guatemala estuvimos de acuerdo que la migración debe realizarse con respeto a los #derechoshumanos para que sea ordenada, segura y regular. pic.twitter.com/1Z905l4953
— Francisco Garduño Yañez (@fgymexico) March 28, 2021
El titular del INM dijo que diariamente ingresan a México de manera irregular más de 3.000 migrantes, la mitad de ellos por los sureños estados de Chiapas y Tabasco.
Por su parte, el vicecanciller de Guatemala, Eduardo Hernández, dijo que su gobierno busca persuadir a los países de origen de los migrantes de que desalienten las caravanas.
«Lo mejor para todos, incluyéndonos a nosotros mismos, por la seguridad sanitaria que tenemos que preservar, es que la caravana no se llegue a formar», argumentó.
Miles de personas, principalmente de El Salvador, Honduras y Guatemala, se volcaron nuevamente a la frontera con la esperanza de cruzar y solicitar asilo, alegando la pobreza y la violencia que sufren en sus países de origen.
Solo en febrero, Estados Unidos detuvo a unas 100.000 personas en su frontera sur, incluidos casi 9.500 menores no acompañados, un aumento del 28% con respecto a enero. Y el gobierno estadounidense espera este año una llegada récord de migrantes en 20 años.
🤜🏽🤛🏽#México y #Guatemala llevaron a cabo un despliegue institucional simultáneo en Tapachula 🇲🇽 y Tecún Umán 🇬🇹 y reafirmaron su compromiso para atender -coordinadamente- los flujos migratorios provenientes de Centroamérica: https://t.co/mO6E9Q3Fgk pic.twitter.com/i4fpMOLmMN
— INM (@INAMI_mx) March 28, 2021
El gobierno de México, por su parte, reforzó la vigilancia en su frontera con Guatemala para impedir el paso de indocumentados que intentan llegar a Estados Unidos.
El miércoles pasado, el INM reportó que, entre el 1 de enero y el 21 de marzo, se han registrado 31.492 personas migrantes, lo que representa un aumento del 18% respecto al mismo periodo de 2020.
En este contexto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la semana pasada que encargó a la vicepresidenta Kamala Harris la gestión de la crisis de migrantes en la frontera sur con México.