México se comprometió a aumentar los equipos militares para la supervisión de aduanas terrestres, así como a duplicar las revisiones de contenedores con sustancias químicas efectuadas por la Marina y el regulador sanitario local
«El encuentro bilateral tuvo dos objetivos a corto plazo: Lograr la reducción drástica de la llegada de precursores químicos a nuestro país, así como el tráfico de armas de fuego de alto poder provenientes de Estados Unidos», indicó anoche la Secretaría de Seguridad mexicana en un comunicado recogido por AFP y Sputnik.
Para ello, México se comprometió a aumentar los equipos militares para la supervisión de aduanas terrestres, así como a duplicar las revisiones de contenedores con sustancias químicas efectuadas por la Marina y el regulador sanitario local.
La secretaría destacó también la creación de una «coordinación nacional» contra el tráfico de drogas sintéticas y armas, así como de una unidad especializada de la fiscalía mexicana para esas sustancias.
«Esto permitirá contar con mayor información de inteligencia (…), agrupaciones criminales, modos de ocultamiento, embalajes, sellos, así como presentaciones físicas de sustancias y precursores químicos utilizados en la elaboración de fentanilo y metanfetamina», detalló el comunicado.
Ambos países acordaron también seguir trabajando «para desmantelar la cadena de suministro de fentanilo al cártel de Sinaloa y al cártel Jalisco Nueva Generación en ambos lados de la frontera», según la declaración final de la reunión.
Pactaron asimismo desarrollar una «campaña de sensibilización pública binacional» de prevención, enfocada en los jóvenes, sobre los peligros de las drogas sintéticas, incluyendo al fentanilo, indicó el documento.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien participó del encuentro, resaltó además el compromiso de Washington de establecer «un grupo especial» dedicado a vigilar los puntos de cruce de armas hacia México.
«Se les propuso una medida muy específica y dijeron que sí», comentó Ebrard en un video compartido en Twitter, en el que destacó la participación de la asesora de seguridad estadounidense, Elizabeth Sherwood-Randall.
El gobierno de Andrés López Obrador colabora estrechamente con el presidente demócrata Joe Biden en la lucha contra el narcotráfico en el marco del llamado Entendimiento Bicentenario, enfocado en seguridad y salud pública.
Pero la oposición republicana y órganos como la agencia antidrogas (DEA) piden a México «hacer más» contra el tráfico de fentanilo.
Legisladores de ese partido han promovido, hasta ahora sin éxito, una iniciativa para declarar terroristas a los cárteles mexicanos y abrir así la puerta a una intervención armada en México para combatirlos.