Andrés Manuel López Obrador consideró que los ataques "muchas veces generan estos ambientes para que la gente tenga miedo, no participe, y cuando hay abstención dominan los de la mafia"
Hace casi un mes, la camioneta de Guillermo Valencia, candidato del Partido Revolucionario Institucional al Gobierno de Morelia, capital del estado de Michoacán, fue acribillada a balazos.
Pero el destinatario del atentado fortuitamente no la había usado esa noche y eso «y la voluntad de Dios», como se encargó de declarar unos días después, le salvaron la vida, pero la metralla alcanzó en cambio a dos miembros de su equipo y los hirió.
El dirigente priísta, antes que se expida la Fiscalía que investiga el caso, deslizó: «El enemigo está en casa (…) porque hay muchas razones para pensarlo. Iban a hacer una campaña de lucro con el dolor que dejaría mi partida».
A partir de «haber nacido de nuevo», Valencia ya no sale solo a caminar, anda en una camioneta blindada que le prestó un amigo y usa chaleco antibalas.
Hubo otros ataques a candidatos cinco días después del atentado en Morelia, algunos con desenlaces fatales, como el perpetrado contra Abel Murrieta, candidato del partido Movimiento Ciudadano (MC) al Gobierno de Cajeme, en el fronterizo estado de Sonora, quien recibió 10 tiros mientras caminaba por la calle al lado de un banco, dos de ellos que impactaron en la cabeza.
El dirigente nacional del partido, Clemente Castañeda, condenó los hechos mediante un vídeo grabado, pero aprovechó para responsabilizar al presidente López Obrador, a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, y a las autoridades del municipio de Cajeme por el asesinato del que años atrás fuera fiscal del Estado.
En la noche del 25 de mayo, Alma Rosa Barragán, candidata del mismo partido a la alcaldía de Moroleón, en el estado Guanajuato, fue asesinada mientras estaba reunida con militantes. Un hombre y una menor salieron heridos del tiroteo.
En la seguidilla fue herido también en San Fernando, Tamaulipas, el candidato del PRI al Gobierno municipal, Jesús Galván, quien estaba con su comitiva en el mismo lugar en el que en 2010 masacraron a 72 migrantes centroamericanos.
La intimidación dio pie al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, para advertirles a las autoridades federales y de seguridad, a través de las redes sociales, que «tienen que tomar en serio esta crisis que atenta contra la democracia, contra los ciudadanos y contra quienes buscan representarlos dignamente a través del voto, sin importar el partido al que pertenezcan».
Casi de inmediato, en el famoso balneario de Acapulco, estado de Guerrero, el candidato a alcalde por el Partido Fuerza por México, José Alberto ‘Güero’ Alonso Gutiérrez, fue baleado cuando salía de su casa, pero los tiros efectuados con un arma de fuego calibre nueve milímetros impactaron en la camioneta sin siquiera rozarlo.
Frente a la ola de violencia que se vive en el proceso electoral, desde el 4 de marzo se instalaron «Mesas de Paz», compuestas por autoridades federales y estatales, en las 32 entidades federativas y además en 266 regiones del país, que atienden los casos de violencia que se presenten en el marco del proceso electoral.
En la sede de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal, en la Ciudad de México, se instaló un centro de control, con la presencia de un integrante de la propia SSPC, uno de la Secretaría de Gobernación, uno más de la Unidad de Inteligencia Financiera, y otro de la Guardia Nacional.
La consultora Ettelekt, en su Indicador de Violencia Política en México, destaca que, con el asesinato de la candidata de MC en Moroleón, Guanajuato, Alma Barragán, suman 88 los políticos que terminaron muertos en el actual proceso electoral, 34 de ellos aspirantes y candidatos a puestos de elección popular.
Señala que 75% de los políticos asesinados eran opositores a gobiernos estatales. En cuanto a partidos, la consultora Integralia contabiliza 143 víctimas mortales, incluyendo 26 candidatos a cargos de elección popular, al corte de abril.
Los partidos Morena y PRI (varían los datos según la consultora de que se trate) son los que tienen más militantes víctimas de agresiones.
Alegato de AMLO
El asesinato de la candidata de MC en Guanajuato, Alma Barragán, y la serie de ataques contra aspirantes de otros partidos merecieron en principio un comentario consternado por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando consideró que «muchas veces generan estos ambientes para que la gente tenga miedo, no participe, y cuando hay abstención dominan los de la mafia las elecciones, ya sea la mafia de la delincuencia organizada o de la delincuencia de cuello blanco».
Le duró poco la preocupación, porque al día siguiente salió a reprochar a los medios de comunicación que –a su juicio– magnifican la violencia en el proceso electoral con afanes amarillistas.
«Hay circunstancias especiales como ahora que hay una elección, porque se complica, porque se trata de una contienda política, hay intereses, y también los medios de información, no todos, con el afán de enrarecer el ambiente, antes se le llamaba sensacionalismo, ahora es amarillismo, entonces la nota roja adquiere un papel relevante en los medios», señaló.
Además expresó en una conferencia de prensa que dio en el Palacio Nacional: «Como hay ahora una polarización política, obvio porque se agrupó todo el conservadurismo en contra de nuestro proyecto y los medios han tomado partido, todo esto se magnifica, es normal, es un asunto de la temporada».
La gobernabilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador es el tema más relevante de estos comicios, ya que, llegó al poder en 2018, al tiempo que su partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), consolidaba una mayoría con 256 de los 500 diputados de la Cámara y este resultado le permitió no tener que negociar con la oposición para sacar adelante proyectos.
De ahí que perder la mayoría absoluta en las elecciones del 6 de junio complicaría los planes de AMLO durante los más de tres años que restan de su mandato.
La más reciente encuesta de la firma Buendía & Márquez para el periódico mexicano «El Universal» indica que MORENA obtendría un estimado de 228 diputados, un número inferior al actual. Los aliados de la coalición oficialista Juntos Hacemos Historia vienen bien para él. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) cuenta con 11 escaños, y se estima que obtendría 49. Por su parte el Partido del Trabajo (PT) posee 46 y, según estimaciones, se quedaría con 45.
Aunque no se escoge un nuevo presidente, es en este megacomicio federal del próximo domingo la primera vez que se ponen en juego más de 20 mil cargos a nivel federal y local en un mismo día, como producto de la reforma electoral de 2014.
Pero los resultados podrían decidir el rumbo de la segunda mitad del periodo restante del actual mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Uno de los aspectos más relevantes es la renovación total de la Cámara de Diputados, que hace parte del Congreso de México.
Se elegirá a un total de 500 legisladores, 300 que serán votados directamente por los ciudadanos y otros 200 por representación proporcional, es decir, por medio de listas que buscan dar representación democrática a las minorías políticas.
México se divide en 32 entidades federativas o estados, que incluyen la Ciudad de México. Cada uno cuenta con un gobernador o jefe de Gobierno y su Congreso.
Este domingo los mexicanos están llamados a escoger a 15 de esos gobernadores, y a renovar a 30 de esas asambleas, en las que elegirán a unos 1.063 diputados, según cifras del Instituto Nacional Electoral de México (INE).
También se votarán unos 1.923 ayuntamientos o alcaldías, junto a otros cargos locales como concejalías y regidurías, que suman más de 20.000 puestos de elección popular.