Baja California Sur, Yucatán, Quintana-Roo, Jalisco y Tabasco no van a seguir la sugerencia del gobierno nacional
Los estados mexicanos de Baja California Sur, Yucatán, Quintana-Roo, Jalisco y Tabasco se negaron a aceptar la orden del gobierno nacional y anunciaron que no volverán a elevar el alerta por coronavirus, según publicó la prensa local.
El viernes pasado, en plena curva ascendente de coronavirus, el presidente Andrés Manuel López Obrador había anunciado el nuevo mapa nacional según el semáforo epidemiológico que marca el nivel de riesgo de cada región frente a la pandemia: 18 estados en color rojo y 14, en naranja. Pero, por primera vez, un grupo de gobernadores, incluidos algunos aliados del mandatario, se negaron a aceptar dar marcha atrás y volver a rojo, informó la agencia de noticias DPA.
El gobernador panista de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, fue uno de los que se negó a volver a rojo y defendió la autonomía del Comité Estatal de Seguridad en Salud, que votó para seguir en el nivel naranja. «Las decisiones que toman autoridades sanitarias en el seno de este comité son responsables, porque lo más importante es la salud de los sudcalifornianos», sostuvo, citado por el diario El Universal.
Mendoza Davis reconoció que ha habido un aumento de contagios en el estado, pero sostiene que se debe al incremento de tests realizados. Además, destacó la baja de la tasa de mortalidad y la disponibilidad de camas y respiradores en hospitales.
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, en tanto, también defendió la soberanía estatal para definir el estado de riesgo local y anunció que mantendrá la decisión de sus expertos de mantener el nivel naranja para el Norte y elevar a rojo solo el Sur. Tanto los gobiernos de Yucatán, Jalisco y Tabasco también rechazaron la interpretación de las cifras de la pandemia que hizo el equipo de expertos del presidente López Obrador.
México es el séptimo país del mundo en términos de infectados -casi 339.000- y el cuarto en cuanto a muertos, con cerca de 39.000. López Obrador ha sido muy criticado por su gestión de la crisis sanitaria: primero fue uno de los últimos gobiernos en imponer una cuarentena estricta y luego la comenzó a flexibilizar aún cuando la curva de contagios seguía creciendo a un ritmo cada vez más acelerado.