Lionel Messi se entrenó hoy por primera vez junto a la selección argentina en el predio de Ezeiza con vistas a la Copa América 2019, que se disputará del 14 de junio al 7 de julio en Brasil.
El martes, al llegar a la concentración, Messi fue recibido por el presidente de la AFA, Claudio Tapia, y por el director de selecciones nacionales, César Luis Menotti.
Fue entonces cuando Menotti pudo charlar con el astro argentino, a quien notó «preocupado» por el futuro deportivo de su club, Barcelona de España, después de haber ganado la Liga, pero de haber perdido la final de la Copa del Rey y quedar eliminado en la Liga de Campeones de Europa.
En una columna que escribió para el diario catalán Sport, Menotti contó cómo fue su primera charla: «Conocí a los grandes cuatro Reyes del fútbol, y solo me faltaba conocer a Lionel Messi. Y el encuentro se produjo ayer en el predio de Ezeiza, donde entrena la Selección Argentina», escribió el Flaco.
«Su llegada se hizo esperar en el predio, y hubo mucha preocupación. Pero nada más ingresó al complejo, nos cambió la cara a todos. Lionel se mostró enseguida muy afectivo con todos, incluso conmigo, que no me conocía (…) Le dije: ‘Por fin tengo la oportunidad de saludarte’, y me dio un abrazo muy cordial», agregó Menotti.
«De ahora en adelante vamos a tratar de aprender juntos charlando de fútbol y compartiendo experiencias. Mi preocupación hoy es que descanse bien. Los objetivos se tienen que ir dando acompañándolos con ensayos, paciencia, y sin contagiarnos de la histeria que reina en esta previa de Copa América, que es terriblemente tramposa», contó.
«No afectará su compromiso»
El legendario entrenador campeón del mundo con Argentina en 1978 escribió, además: «Debo decir que hablamos más del Barcelona que de la Selección Argentina en este primer encuentro. Lo noté muy dolido. Y muy consciente de la compleja situación que atraviesa el club por no haber conseguido el objetivo de ganar la Champions. Y todavía le cuesta asimilar la dolorosa derrota frente a Liverpool. Lo noté con mucha bronca. Intenté tranquilizarlo diciéndole que así como él dio muchas sorpresas y alegrías al Barça con su calidad, también pasan estas cosas».
«Y coincidimos en su preocupación que es también la mía, acerca de la incertidumbre que provoca en el futuro inmediato del club. Y la necesidad de retornar a una idea madre, al estilo y a una mística, que él también siente propia ya porque es más catalán en su sentir acerca del fútbol del Barca que ninguno. Lo que escuché de sus palabras es un Messi preocupado por el rumbo que tomará el club a partir de ahora y la necesidad de vislumbrar hacia donde se encaminará el proyecto», dijo Menotti.
«Me dijo que le resulta inexplicable lo que sucedió -frente a Liverpool-. Son partidos de fútbol. Y aunque es muy difícil que le hubiera pasado una eliminación así al Barcelona con el resultado de la ida, son situaciones que a veces ocurren. Y solo con el tiempo se encuentran las explicaciones que nunca son tampoco del todo suficientes», insistió.
Finalmente, Menotti sostuvo que «Lio tiene un alma competitiva impresionante y la desilusión de la Champions no lo afectará en su compromiso con la Albiceleste».
«Siempre se plantea cada partido como un desafío, pero también es cierto que hay una fatiga emocional en él que se nota sobre todo cuando habla de la frustración que le provocó la eliminación de la Champions. Su desilusión por un partido que consideraba casi resuelto. Sufrió mucho y ahora intenta pasar página pensando en la próxima temporada (…) Lo vi cansado, todavía con bronca después de haber perdido también la final de Copa del Rey, pero anímicamente bien predispuesto», indicó.
«Y aun con el desgaste producido por el viaje, quiso cambiarse y entrenó en el gimnasio. Ha sido un año muy intenso para él, ha jugado más de 30 finales y no creo que haya que quitarle mérito a La Liga, que fue muy importante. Lo vi como me lo imaginé en el predio: en su sangre tiene un ADN futbolístico que lo tiene siempre dispuesto a la pelota y al vínculo creativo con ella. Basta verle la cara cuando pasa por delante suyo el utilero con la bolsa de pelotas. Y Lio se sonríe», completó Menotti.