Las meningitis son enfermedades de presentación infrecuente y distintas causas. Es rara la enfermedad en los adolescentes, pero ellos son los que transmiten la bacteria a los más pequeños
Por Prof. Dra. Silvia González Ayala (*)
Las meningitis (con propiedad meningoencefalitis porque en todos los casos hay algún grado de compromiso del cerebro) son enfermedades de presentación infrecuente y distintas causas. Las meningoencefalitis infecciosas son producidas por diferentes microorganismos: bacterias, virus, parásitos y hongos. Entre las bacterias, las tres más frecuentes son S. pneumoniae (neumococo), H. influenzae b, N. meningitidis (meningoco) y la mayoría son prevenibles por vacunas del Calendario Nacional de Vacunación (CNV). La enfermedad meningocócica tiene el mayor impacto en la persona (habitualmente un niño menor de 5 años), la familia y la comunidad por su presentación brusca y brutal, como por su rápida evolución.
Desde el 2 enero de 2017 que se inició la vacunación universal en dos cohortes, lactantes a los 3 y 5 meses y los adolescentes a los 11 años, hubo dificultades en la provisión de la vacuna conjugada tetravalente meningocócica. Éstas se acentuaron en 2018 cuando debían vacunarse también los niños a los 15 meses (tres cohortes simultáneamente). Esto culminó (agosto 2018) con la decisión de la autoridad sanitaria nacional de posponer la vacunación de los adolescentes para priorizar la vacunación de los lactantes que es el grupo de edad más afectado.
La provisión de la vacuna conjugada tetravalente meningocócica fue asegurada por la actual gestión para los grupos de edad establecidos en el CNV.
Los adolescentes alojan al meningococo en la vía respiratoria alta (nariz y garganta) y lo transmiten por las gotitas que eliminan al hablar, toser, reír, estornudar. Son portadores el 2-30% de los adolescentes. Es rara la enfermedad en los adolescentes, pero son los que transmiten la bacteria a los más pequeños quienes pueden enfermar gravemente y presentar una evolución desfavorable. Es una importante medida la restitución de la vacuna meningocócica para los adolescentes a los 11 años pues redundará en salud para la comunidad.
Si bien la vacunación del adolescente está incorporada al CNV, con otras vacunas desde el año 2003, es un grupo difícil de alcanzar por desconocimiento, temor al inyectable y la omnipotencia propia de la edad. Pero en el contexto de la pandemia de COVID-19 también debe asegurarse la difusión de la importancia de la vacunación a los 11 años, el acceso al centro de vacunación minimizando el riesgo de exposición al nuevo coronavirus usando tapa boca-nariz y guardando la distancia mínima de 1,5m entre personas. Por otra parte, las autoridades de salud deberán desarrollar actividades de vacunación extrainstitucionales en espacios públicos, casa por casa en territorio con ésta y las otras vacunas y cuando se reinicien las actividades educativas, la vacunación escolar. Aunque la autorización para circular hacia un Centro de Vacunación no ha sido incluida en los anexos de los DNU sobre el ASPO, en caso de observación por personal de una fuerza de seguridad se debe mostrar la Libreta sanitaria o carnet de vacunas y expresar el motivo del viaje. El miedo a COVID-19 está determinando que una actividad clave como la vacunación esté muy y peligrosamente postergada. Ello genera la posibilidad de presentación de enfermedades prevenibles por vacunas y mayor carga al sistema de atención médica.
(*) Silvia González Ayala (MP 91.229). Consultora en Infectología del Hospital Sor María Ludovica y Prof. Titular de la Cátedra de Infectología, Fac. Cs. Médicas, Universidad Nacional De La Plata.