El ex presidente, fallecido este domingo a los 90 años, tenía un especial vínculo con el mundo deportivo
Carlos Saúl Menem, el ex presidente de la Nación fallecido este domingo a los 90 años, tuvo un vínculo muy cercano con el deporte, desde los títulos del club de sus amores River, hasta la práctica activa como cuando jugó partidos con las selecciones de fútbol y básquet.
De hecho, en el ámbito del fútbol, muchas veces se le achacó la influencia que el riojano tuvo sobre el club de Núñez durante su década como presidente de la Nación, en la que ganó diez títulos entre locales e internacionales.
«Mauricio Macri tiene unos problemas bárbaros con el país como para ayudarnos. Yo de política no entiendo, pero River ganó un montón con Carlos Menem», declaró Juan Román Riquelme, en 2018, en ese sentido.
En números, Menem celebró las victorias del «Millonario» en la Copa Libertadores 1996 y la Supercopa sudamericana 1997 (los únicos dos internacionales), además del campeonato 1990, los Apertura 1991, 1993, 1994, 1996, 1997 y 1999 (que terminó cuando ya había finalizado su mandato) y el Clausura 1997.
Pero más allá de su fanatismo por River, el impulso que Menem buscaba con el deporte iba más allá y lo explicó en alguna de sus tantas declaraciones como Presidente: «Yo me formé en la escuela del deporte y por eso estoy convencido de que detrás de un hombre que hace deportes hay un hombre bueno. Por eso, siempre les digo a los padres que enseñen a sus hijos a hacer deportes».
Quizás los hechos más significativos se dieron, ambos, en 1989, durante su primer año de presidencia, cuando se dio el gusto de jugar sendos partidos con las selecciones de fútbol y básquet.
Cronológicamente, el 21 de julio de 1989, 13 días después de asumir, se puso la número 5 y la cinta de capitán de la selección argentina para jugar en la cancha de Vélez un partido a beneficio frente a un combinado de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), donde estaban Hugo Gatti, Gerardo Martino, Norberto Ortega Sánchez y Carlos Ischia, entre otros.
El conjunto albiceleste -dirigido por Carlos Pachamé- estuvo integrado por Nery Pumpido; José Basualdo, José Luis Brown, Néstor Fabbri, Julio Olarticoecha; Sergio Batista, Menem; Ricardo Giusti, Diego Armando Maradona; Claudio Caniggia y Carlos Alfaro Moreno.
Fue victoria por 1-0 para la selección, gracias a un gol de Maradona, de tiro libre, y las crónicas de época calificaron con un «6» de puntaje a Menem, por su corrección en la distribución de la pelota como mediocampista central.
«Presidente de Argentina, practicar uno de mis deportes preferidos, entrar a la cancha con éstos ídolos, porque son mis ídolos, ¿qué más puedo pedir?», dijo Menem antes del encuentro.
Luego, el martes 29 de agosto de 1989, disputó un partido, también con fines benéficos, con la selección argentina de básquet -donde usó la dorsal «10»-, que enfrentó a un combinado de la Ciudad de Buenos Aires en el estadio «Luna Park», colmado de público.
Su vínculo con la pelota naranja fue más allá, porque apadrinó el club Andino de La Rioja, que llegó a competir en la Liga Nacional de básquetbol y tuvo en su plantel, en la temporada 1995/96, a un joven Emanuel Ginóbili.