Los restos de las dos hermanas israelíes que desaparecieron en la localidad mendocina de Guaymallén fueron hallados en el fondo de una propiedad perteneciente al hijo de una de ellas, quien se encuentra detenido e imputado de haberlas asesinado, se presume que tras una discusión familiar por dinero.
De acuerdo con los elementos reunidos por los investigadores, el doble homicidio se trató «de una cuestión estrictamente familiar» originada por una disputa monetaria, según indicó Alejandro Gulle, procurador de la Corte Suprema provincial.
Gulle resaltó que, como le informó a las autoridades diplomáticas israelíes que hicieron saber su inquietud por el caso, «no es un hecho de inseguridad» el que tuvo por víctimas a ambas mujeres. Los cuerpos de Pirhia Sarusi, de 63 años, y Lily Pereg, de 54, con su respectiva documentación, fueron hallados en el fondo de la vivienda situada en Julio Argentino Roca al 6000.
La fiscal Claudia Ríos, a cargo del caso, dijo a la prensa que los cuerpos fueron hallados en la tarde del sábado «cubiertos por piedras y tierra» en el extenso predio que había sido allanado en otras ocasiones, aunque esta vez fueron utilizados perros y máquinas retroexcavadoras.
Horas antes, la fiscal Ríos había imputado a Gil Pereg, de 37 años, como el presunto autor del doble femicidio ya que se sospechaba de su vinculación con el caso. Gil Pereg está acusado de homicidio agravado por el vínculo en el caso de su madre, Sarusi, y de homicidio simple en el de su tía.
Se sabe que el 12 de enero, las dos mujeres estuvieron en la casa de Gil Pereg, adonde ingresaron a las 10:00 y nunca salieron, de acuerdo con las cámaras de seguridad.
El detenido se radicó en Mendoza una década atrás y utilizó dos nombres falsos: Floda Reltih (Adolf Hitler, al revés) y luego Nicolás Gil.
Otro detalle llamativo es que es oficialmente titular de cinco empresas en Mendoza creadas por su madre, pero vive al borde de la indigencia y mantiene deudas por alrededor de nueve millones de pesos.