Como cada año desde 1953, este 3 de diciembre se celebra el Día del Médico en homenaje al doctor Carlos Juan Finlay y Barrés. Ejercer la medicina no es para cualquiera, se necesita dedicación, compromiso y mucha humanidad. En homenaje a ellos, CLG dialogó con el ginecólogo Rafael Pineda, con gran trayectoria siendo médico y docente. Pineda se recibió hace ya 50 años y durante 42 fue docente, tanto en la Universidad como estando a cargo de las residencias en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. La pasión y el amor por la profesión nació «desde el útero» prácticamente: «Vengo de una familia de médicos y la vocación viene de ahí. El servir a la gente es algo que siempre me gustó, y ver a mi padre y tío trabajando me cautivó realmente», relató el profesional.
El médico enumeró lo que, según su punto de vista, considera fundamental para ser médico en la actualidad: «Compromiso, algo difícil hoy en día, y una muy buena formación. Además humanidad porque se trata de una entrega personal al paciente, que también es un ser humano. Y después se necesita la socialización porque la persona que viene a pedir ayuda a quien sabe debe resolver lo que necesite, y allí se observa el trato humano que abarca a todo lo demás».«La medicina es la profesión más completa que, junto al docente, puede abrazar a un ser humano»
El ginecólogo definió a la medicina como «la profesión más completa» ya que, junto a la labor docente se «puede abrazar al ser humano».
«No en vano las sociedades bien desarrolladas colocan al médico y al docente como las profesiones de mayor compromiso y exigencia», señaló.
A los 75 años, el hombre no deja de lado su pasión y compromiso por la medicina y, tres veces por semana, atiende en su consultorio. «Soy feliz, me jubilaré cuando no pueda trabajar más», expresó.
