Unos 44 profesionales de la salud participaron de una intervención histórica: médicos argentinos, a través de una técnica pionera, lograron separar a bebés siameses que estaban “fusionados por la pelvis”. Hoy, a un mes de la operación, los niños están sanos y felices.
Evelyn y Jonatan recibieron un duro diagnostico ante la feliz noticia del embarazo. Estaban esperando gemelos, pero estaban unidos. “Fusionados por la pelvis”, dijeron los médicos. Fueron derivados a la Fundación Hospitalaria con un embarazo de 17 semanas.
Allí, luego de interconsultas, la doctora María Junes (MN 98560) le colocó a Evelyn un “pesario de Arabin” (dispositivo intervaginal) para prevenir un parto prematuro. Finalmente, Gianluca y Santino con un peso de 1.800 kgrs. cada uno y con la madurez suficiente para respirar por sí solos.
«Nos encontramos con dos bebés unidos por el periné que debían ser divididos disminuyendo al mínimo las posibilidades de complicaciones, con una familia muy contenedora y positiva», relata la doctora Carolina Millán (M.N. 110893), encargada de mediar la comunicación entre la institución y la familia y, coordinadora de cirugía pediátrica de Fundación Hospitalaria, publicó TN.
En los últimos meses intervinieron directivos de la Institución, jefes del servicio de cirugía, jefe Médico, cuatro cirujanos pediátricos, dos cirujanos plásticos, tres urólogos, un cardiólogo, tres anestesiólogos y un técnico de anestesia, terapistas, instrumentadoras, jefa de instrumentadas en quirófano, jefe de hemoterapia y laboratorio, enfermeros, médicos legistas, abogados, gerente comercial, auditores médicos, y todo el personal de la Fundación Hospitalaria.
En una primera etapa se planificó la intervención hasta el último detalle a partir de una simulación con muñecos. Con ellos repasaron cada paso que se realizaría y se fue organizando la entrada y salida de materiales, disposición en quirófano y faltantes.
Gianluca y Santino estuvieron internados 10 días luego de la cirugía. Actualmente, la familia se encuentra en casa y feliz. Por delante, queda realizarles algunos procedimientos para finalizar la reconstrucción del aparato digestivo y urogenital aunque el mayor desafío, la separación con vida y sin daño permanente, ya es parte del pasado.