Matías Gueilburt, director de "Vilas, serás lo que debas ser, o no serás nada", dialogó en exclusiva con CLG. El documental se estrena el próximo martes 27 de octubre en Netflix
Por Mario Luzuriaga
“Las pasiones te van a llevar lejos. Las cosas tibias te hacen mal”, fueron las palabras que el gran tenista argentino Guillermo Vilas tomó de su padre para lograr su magnífica carrera.
El próximo martes 27 de octubre Netflix estrena «Vilas: Serás lo que debas ser, o no serás nada», en la que el periodista Eduardo Puppo hace una exhaustiva investigación en la que quiere probar que «el gran Willy» había sido injustamente reemplazado en el puesto de honor del tenis mundial. Para comprobar y sostener esta afirmación, analizó todos los resultados de las clasificaciones de tenis masculino del mundo entero entre 1973 y 1978.
El director Matías Gueilburt dialogó con CLG acerca de este emotivo documental que recorre la vida profesional y personal de uno de los más grandes deportistas argentinos de todos los tiempos.
—¿Son un fanático del tenis?
—Jugué de chico, desde los 6 hasta los 12 años, y cuando entré en el secundario había vóley y de ahí en más no agarré una raqueta. Recién a los 30 volví a jugar, pero no soy un loco del tenis.
—¿Por qué Guillermo Vilas y no otro deportista?
—En realidad llegamos a Vilas a través del periodista Eduardo Puppo; todo empieza porque en 2015 vimos una nota en el New York Times que cuenta la investigación que hizo Eduardo del por qué no se le otorgó el número 1 a Vilas. Nos impactó esa historia porque habíamos escuchado que podría haber llegado a esa primera posición en 1977 porque había ganado todo. Pero no sabíamos que estaba esta investigación y cuando conocimos esta historia quijotesca, que es una investigación minuciosa y exhaustiva de la carrera de Vilas, decidimos encarar el documental.
—Imagino que emprendieron un viaje increíble a través de la figura de Willy.
—Fue algo hermoso y aún más cuando conocimos a Vilas y así poder contar las dos historias, la de la investigación y la del deportista. Le dije a Puppo que me interesaba más que Vilas estuviera contando la historia en primera persona. Aparecieron unos cassettes increíbles donde había un Guillermo más íntimo, con muchas horas de grabación en los hoteles, reflexiones muy personales con la cabeza en otro lugar y se iba grabando y escribiendo en unos diarios. Eso fue lo que armaron las dos tramas.
—Lograste captar una sensibilidad nunca antes vista de Guillermo.
—Totalmente, es que en realidad lo que intenté mostrar a una persona que hace un esfuerzo sobrehumano para trascender en la vida. Y el recorrido fue eso, ver el esfuerzo, cada error, la importancia de su palabra, la presencia de su padre. La frase de su padre «serás lo que debas ser, o no serás nada», algo sanmartiniana, no es una elección arbitraria, más allá que la utiliza, es heroica. En estos audios pudo bajar frases sólidas y fuerte el testimonio. Hay una frase genial que es cuando está por ganarle a Jimmy Connors, en donde dice: «Lo importante no es ganarle, sino hacerle entender que perdió», te das cuenta que el tipo entiende el tenis como nadie.
—¿Te sorprendió entrevistar a grandes del tenis mundial como Nadal, Federer, Borg, Gaby Sabatini, entre otros?
—Me sorprendió y me dio placer que desde el primer momento querían participar. Pensamos que iba a ser difícil organizarlas, pero noté que fue un reconocimiento a Guillermo, a la historia y lo que dicen es maravilloso. Ni hablar con Björn Borg que es amigo de él y tiene una sensibilidad tremenda cuando cuenta que juntos en una habitación comían yogurt y miraban tele.
—¿Cómo accediste al material de archivo?
—Ahí hay mucho laburo de muchos años. Hay mucho de Guillermo, unos rollos maravillosos y después de una búsqueda de todo el material. Nos mandaron de un torneo de South Orange con cuatro fotos del año 74, también de fans y del canal de Mar del Plata.