Por Santiago Fizsbein
Sonia Marchesi es una periodista y locutora que desde hace más de una década le lleva las noticias a los rosarinos. Con un estilo particular se metió en la pantalla chica para contar las noticias del mediodía. Además, se encarga de levantar a la ciudad haciéndose cargo de la conducción de Rosario Directo que se emite de lunes a viernes de 7 a 9. Además de ese lugar privilegiado que se supo ganar, también tiene otra gran responsabilidad: ser madre. En un mano a mano con CLG repasa su rol dentro del periodismo, su pasión por la profesión y cómo se organiza para estar con la familia.
— ¿Cómo es ser mamá y periodista a la vez?
— Es compartir el trabajo con la vida familiar, pero no hay una diferencia puntual. Trato de cumplir con las dos cosas en todo momento de la forma más organizada posible. Chequeo todos los horarios, que estén en la escuela, la niñera y demás para que yo pueda estar tranquila y concentrada en mi trabajo. Divido los horarios para que no se me interpongan. Cuando estoy con mis hijas también veo cables de noticias y me pongo al tanto; pero trato de no comprometerme en mi horario familiar.
— ¿Cómo nació tu pasión por el periodismo?
— Lo primero que nació fue mi pasión por la locución. Cuando yo estaba cursando la secundaria en el Politécnico empecé a meterme en el mundo de la radio como oyente. Me gustó tanto que empecé a hacer talleres de locución ,meterme en la radio a atender teléfonos y tomar mensajes. Y cuando pensaba que después del Poli iba a estudiar arquitectura, me metí en la carrera de comunicación durante un año y después empecé locución. Después de recibirme empecé a trabajar como periodista e hice el post título en periodismo. Ahora estoy volcada al periodismo.
— ¿Qué es lo que más te gusta del periodismo?
— Me encanta el alcance que tiene, la transformación que puede lograr, que pueda mostrar la realidad de la gente. Hay una cuestión social del periodismo que me interesa mucho. A veces uno tiene una herramienta muy fuerte que es un medio de comunicación, tener un micrófono, poder contar una historia, pedir ayuda, oír reclamos; entonces mientras uno se acerca a eso se van transformando otras realidades.
— ¿Cuál fue el desafío más grande que tuviste en tu carrera?
— Lo que más me impactó fue los sucesos ocurridos en 2001, yo llevaba un año trabajando en el móvil de LT3 y fue difícil meter el cuerpo a la calle, había saqueos y muchas corridas. Fue la experiencia que más me marcó estando en la calle; y lo que más me marcó ya estando en estudio fue la tragedia de calle Salta 2141.
— En estos tiempos que estamos viviendo ¿Cómo ves el rol del periodismo con respecto a las movilizaciones que se dieron a favor y en contra del gobierno actual?
— Cuando pasó lo del Monumento hace poco, en donde agredieron a unos colegas, yo creo que la gente está matando al mensajero. No tenían nada que ver, eran cronistas, no analistas políticos que dan una opinión. Pero el punto es que nadie tiene el derecho de maltratar a nadie, pero mucho menos a alguien que está haciendo una cobertura de calle que le está mostrando la realidad a los televidentes. Si el periodista no está allí tampoco se enteran de lo que está ocurriendo. Me parece que lo primero que la gente tiene que entender es que el periodista es una herramienta para que comunique lo que está ocurriendo. Repudio totalmente este tipo de acciones que recibieron mis compañeros, me pareció super cobarde de una persona mezclada entre el montón.
— ¿Te sentís muy bien arrancando las mañanas en Rosario directo?
— Si lo disfruto, el formato del programa me da la posibilidad de mostrarme cómo soy. En el noticiero lo que predomina más es la noticia y no el conductor; en ese momento quedo en un segundo plano y lo que importa es la información. En cambio es un magazine lo que va a la mañana, pasamos de un tema a otro con columnistas y predomina más la conversación.