La primera ministra británica, Theresa May, rechazó este lunes en la Cámara de los Comunes la posibilidad de convocar a un segundo referendo sobre el Brexit, ante el temor de que esa consulta pueda dañar la «cohesión social» en el Reino Unido.
«Tengo miedo de que un segundo referendo sentaría un difícil precedente, que podría tener implicaciones significativas sobre cómo manejamos los plebiscitos en este país», sostuvo May. Además, explicó que ese movimiento requeriría extender el plazo de salida de la Unión Europea (UE) más allá del 29 de marzo.
May se presentó ante la Cámara de los Comunes con la misión de informar acerca de un «plan B» para el Brexit, una semana después de que el acuerdo que propuso fuera rechazado por 432 votos contra 202 en esa instancia parlamentaria.
El plan alternativo contiene algunas modificaciones con respecto al anterior, como la eliminación de un impuesto de 65 libras (75 euros) para los ciudadanos europeos que quieran registrarse en el Reino Unido.
La primera ministra señaló que espera regresar a Bruselas para discutir detalles del Brexit en los próximos días.
«Mis esfuerzos se van a centrar en asegurar un acuerdo con la UE», puntualizó.
La del martes pasado en la Cámara de los Comunes fue una dura derrota para May, quien sin embargo al día siguiente logró sortear en idéntico escenario la moción de censura que había presentado la oposición laborista.